Aunque nacida en Barcelona el año 1921, por motivos laborales de su padre (que era arquitecto y entró a trabajar como profesor de la escuela de Peritaje Industrial), Carmen Laforet pasó su infancia y adolescencia en la Gran Canaria, por lo que desde siempre se sintió muy unida a la tierra canaria. Acababa de ganar el Premio Nadal por "Nada" (para saber más... ), su extraordinaria primera novela, cuando comenzaría precisamente a escribir una novela cuya acción tiene lugar precisamente en la Gran Canaria, comenzando en plena guerra civil. La novela es "La Isla y los Demonios".
Todo gira en torno a Marta Camino, una adolescente que espera con ansia la llegada de unos familiares que vienen desde Madrid a refugiarse de la guerra (se repite aquí el comienzo de "Nada" con unos familiares llegando a un territorio desconocido. En el caso al que me refiero, me estoy refiriendo a aquella Andrea, llegando de madrugada a la sombría calle Aribau en Barcelona). Para Marta, la llegada de ellos es una ruptura en su rutina diaria, ya que son artistas y músicos; gente que aparentemente puede comprender su lado más fantasioso y es que la joven escribe historias y relatos sobre mitos canarios. Y todo en medio de la incomprensión de su medio hermano José (son hijos del mismo padre, pero no de madre) y su cuñada Pino, que se ve sumamente agobiada ante la llegada de unos desconocidos, teniendo que cuidar además de la madre de la propia Marta. El protagonismo de las mujeres en la novela es importantisimo.
Sus familiares son Daniel, tío paterno de José y Marta, músico; Honesta, hermana de Daniel, de carácter romántico, y Matilde, esposa de Daniel, poetisa de pensamiento falangista, y que vienen acompañados de un joven pintor llamado Pablo, casado, que echa de menos a su mujer residente en México y que juntos a los otros viaja a las Islas Canarias para conocer nuevos paisajes alejados de la guerra. Precisamente Pablo es el que más se acerca a la personalidad de Marta, la cual se siente atraida por él, algo que no es bien visto por su hermano, pero su interes va más allá de todo eso: su deseo es escapar del ambiente opresor que la rodea. Si en "Nada" es la casa de la calle Aribau; en "La Isla y sus Demonios" es toda una isla con su hermano Pablo y su intransigente cuñada Pino.
Obra muy personal como podemos ver y que nos traslada no ya a una época, sino precisamente en los momentos de la juventud de Laforet en medio de una guerra que parecía lejana para las Islas (donde, salvo algún reducto en La Palma, triunfó el alzamiento militar) y una posguerra muy dura. Carmen nos traslada a su isla, que indudablemente ha quedado ensombrecida por el exito apabullante de "Nada", pero no tiene nada que desmerecer a dicha novela. Ni mucho menos. Estamos ante una obra extraordinaria.
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