Aunque desde muy temprana edad entró dentro del mundo cinematográfico estadounidense y, por lo tanto, Hollywoodiense, lo cierto es que Edith Norma Shearer (a la que conoceríamos sin su primer nombre) era canadiense (al igual que otra grande del momento como Mary Pickford), comenzando a destacar en aquellos años 20 del cine anterior al código Hays donde el séptimo arte pasó de ser un simple entretenimiento a ser toda una industria.
Mujer extraordinariamente atractiva en todos los aspectos, los inicios de Norma Shearer fueron los de la actuación como una chica ingenua y bonita de los últimos años del cine mudo para pasar a hacer papeles más fuertes; los de una mujer más liberada y segura de sí misma. Norma fue una de las primeras estrellas de Louis B. Mayer para su compañía (fundada en 1924), la Metro Goldwyn Mayer. Ya antes había trabajado con cineastas sobresalientes como D. W. Griffith, Victor Sjöström y Ernst Lubitsch.
Su carrera se vio tremendamente potenciada al casarse con el chico de oro de la producción estadounidense (el primer productor moderno de su época, incluso antes que Selznick), que era un enamorado del cine y se prendó absolutamente de ella (y no me extraña). Me refiero a Irving G. Thalberg, del que ya escribí (enlace), formando uno de los matrimonios más mediaticos del cine. Ya a finales de los 20 y principios de los 30, Norma Shearer era una actriz muy popular. Su primer gran papel fue "El Príncipe Estudiante", obra romántica de 1927 en la cual se dejaba seducir por el latin lover mejicano Ramón Novarro.
Norma e Irving |
Fue en ese momento cuando llegó el tristemente famoso código de censura Hays, que no fue implantado con rigor hasta mediados de los años 90,
lo que hizo que el público pudiese admirar a una Shearer seductora, pero que se mantenía dentro de los códigos de la elegancia y
el buen gusto con obras como "La Divorciada", "Alma Libre" o "Vidas Intimas". Norma Shearer es por derecho propio una de nuestras más queridas y admiradas chicas pre code (enlace).
Precisamente por "La Divorciada" ganó el Oscar a la Mejor Actriz (era la tercera en conseguirlo), estando nominada en cinco ocasiones. Su carrera iba viento en popa hasta la muerte de su marido e 1937 cuando éste apenas tenía 37 años por culpa de una neumonía. No tuvieron hijos.
Una mujer de Oscar |
Fue entonces cuando Norma quiso dejarlo todo, pero no pudo. El contrato obligaba. Así, rodó "María Antonieta" y "Mujeres" entre otras e incluso estuvo en la terna para interpretar a Escarlata O'Hara en "Lo que el Viento se Llevó".
Su última película fue en 1942, en 1942, año en el que se volvió a casar con un tal Martin Arrouge, un profesor de esquí diez años menor que ella. Desde ese momento medio se recluyó, quizás recordando aquellos buenos años con Irving al que aún seguía queriendo. Deprimida y alcoholizada aquella que fue la Reina de Hollywood a finales de los 20 y en los 30, una de las más grandes, falleció en 1983 aquejada de la enfermedad que se había llevado a su marido: neumonía.
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