Esta semana me preguntaba en qué momento este país se fue a la basura moralmente cuando unos conciudadanos no es que comenzaran a justificar que un terrorista (que no ha condenado los crímenes de ETA) fuera entrevistado en la televisión pública (que pagamos TODOS los españoles), sino que insulten a las víctimas, tachandolas de "fachas" (la célebre palabrita), de dificultar lo que ellos llaman "paz" o "normalización" y halla gentuza en el Congreso de los Diputados que ni aplauda, ni se levante al final del discurso de Mari Mar Blanco, que más allá de ser una política del PP, es una persona que al igual que muchos familiares, ha sufrido la perdida de un ser querido por la barbarie terrorista. Una falta de empatía con las víctimas (a las que se valora en función de una ideología cuando la realidad es que hubo muertos del PP o del PSOE) y, en definitiva, una falta de vergüenza que resulta indignante por parte de una gente que habla de avanzar o mirar hacía el futuro como si no hubiera pasado nada (todavía hay 300 asesinatos sin esclarecer) y que paradojicamente tienen a Franco continuamente en la boca. ¡Es para cabrearse!
Yo soy joven, pero tuve conciencia cuando asesinaron a Miguel Ángel Blanco o secuestraron a Ortega Lara. Precisamente es al partido de Ortega Lara al que se tacha de extrema derecha o anticonstitucional cuando tenemos una ministra que dice que ls bilduetarras son constitucionales o en los mitines de Vox le dicen a Ortega Lara que se "vuelva al zulo". Unos odiadores profesionales, que si fuera por ellos, estarían siempre en el poder a costa de la dignidad que no sé si alguna vez tuvieron. Es curioso como en España algunos tienen la costumbre de apoyar a los que quieren cargarsela de un lado y de otro. El problema vendrá cuando esos ganen o estén a punto de ganar. Entonces los que votan a aquellos que pactan con los bilduetarras, los nazionalistas, la extrema derecha catalana, el partido fascista vasco (el mismo que recogía los frutos del árbol que zarandeaban los terroristas) y la extrema izquierda se arrepentiran. Lo malo es que ya será tarde.
PD: por cierto, alguno del PSOE no aplaudió a Mari Mar Blanco, aduciendo la ideología. Los asesinados que eran del PSOE murieron dos veces: una cuando el terrorista apretó el gatillo y la otra cuando su partido consideró que era licito al menos sentarse con los asesinos.
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