Durante el Renacimiento, Granada, al igual que Galicia con Santiago de Compostela, conformó una parte importantísima de esa época, alejandose del herrerianismo o marienismo clasisista propio de la Península Ibérica. Un ejemplo lo tenemos en la maravillosa Catedral de Granada, ciudad que fue el último bastión musulman, por lo que tiene un significado especial para los Cristianos.
La idea de dicho recinto es que, aparte de servir de culto a la población local, estuvieran enterrados los reyes de España (concretamente en la zona de la Capilla Mayor) en lo que es la Capilla Real, llegando a estar enterrados los cuerpos de Carlos I y su esposa Isabel de Portugal, pero con el levantamiento del monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Felipe II decidió que los restos de los Reyes de España y consortes estarían en dicho monasterio. Actualmente, sólo están enterrados allí Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, los cuales expresaron que querían ser enterrados en la Catedral de Granada (murieron antes de que estuviera terminada, así que mientras se estaba construyendo los restos de sus Católicas majestades estuvieron en el Convento de San Francisco de la Alhambra, actual Parador Nacional de Turismo), Juana de Castilla (popularmente conocida como Juana la Loca), su esposo Felipe el Hermoso y Miguel de Paz, Principe de Asturias, fallecido siendo un niño.
Con el reinado de Carlos I de España
se llevarán a cabo numerosas construcciones en la ciudad de Granada y es que quería convertir a la ciudad en un modelo del Siglo XVI. La Catedral de Granada es, por lo tanto, coetánea a las de el palacio cristiano de la Alhambra (popularmente conocido como Palacio de Carlos V, construído porque a Isabel de Portugal no le gustaba la Alhambra), la Universidad y la chancillería.
Construída en varías etapas, la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la Encarnación de Granada de carácter gótigo, el primer proyecto corresponde a Enrique Egas (1506), mientras el rosario no fue realizado hasta 1706.
El edificio, en el que se venera a la Virgen de la Encarnación, cuenta con varías capillas, muchas de las cuales están dedicadas a la Virgen María: La Capilla Mayor (en lugar de estar enterrados los Reyes de España, hay unas pinturas de Alonso Cano representando escenas de la vida de la Virgen), la Capilla de la Virgen del Pilar, la Capilla de Nuestra Señora del Carmen, la Capilla de Nuestra Señora de las Angustias, la Capilla de Nuestra Señora la Antigua, la Capilla de Santa Lucía, la Capilla del Cristo de las Penas, la Capilla de Santa Teresa, la Capilla de San Blas, la Capilla de San Cecilio, la Capilla de San Sebastián, la Capilla de Santa Ana, la Capilla de la Santísima Trinidad, la Capilla de San Miguel, la mencionada Capilla Real, aparte de la Sacristía.
La Catedral tanto por dentro como especialmente por fuera es monumental con elementos barrocos en su fachada realizados por el granadino Alonso Cano, uno de los más importantes artistas del barroco español.
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