Clásicos Inmortales: Garras Humanas

Muchos consideran a esta película el antecedente de Browning a "La Parada de los Monstruos" (o "Freaks"), una de sus obras más extraordinarias y extrañas donde el circo es protagonista. En este caso, estamos ante una de sus varías colaboraciones con Lon Chaney. 

Nos encontramos en el Madrid castizo. Un circo está en la ciudad. Su principal atracción (entre las muchas que tiene) es Alonzo (Lon Chaney), un lanzador de cuchillos aparentemente manco de los dos brazos, por lo que su habilidad es lanzarlos con los pies a su compañera y ayundante Nanon (Joan Crawford), de la cual está secretamente enamorado, hija de Antonio Zanzi (Nick de Ruiz), dueño del circo, sin que la rocen.

Lo que nadie sabe el secreto que esconde Alonzo. Resulta es fugitivo, que se esconde en el circo. Tiene brazos, pero los mantiene estrechamente unidos a su torso (algo que sólo conoce su amigo Cojo, un enano), ya que la mano izquierda de Alonzo tiene un doble pulgar, lo que lo identificaría como el autor de varios crímenes. 

¿Sin brazos?

Malabar (Norman Kerry), el hombre forzudo parece sentir pasión por Nanon, pero ella no quiere nada con él, puesto que repele que los hombres la rocen o manoseen. Es por eso que se siente segura con Alonzo al que abraza alguna vez, aunque éste se muestra medio reticente, puesto que teme que la joven a la que ama, descubra su secreto. 

Cuando Antonio Zanzi descubre el secreto de Alonzo, el propio Alonzo lo mata con sus propias manos, siendo Nanon testigo de ello a través de una ventana, descubriendo que el asesino tiene doble pulgar, pero no ve su cara. Por supuesto, Alonzo, del que cree no tiene brazos, no es sospechoso para nada.

El circo abandona la ciudad y Alonzo hace que Nanon se quede con él, tratando de tomar medidas drasticas para tratar tener a la mujer que ama. Así chantajea a un cirujano para que le ampute los brazos, pero la mala suerte se ceba con él. Mientras está fuera, el amor constante de Malabar finalmente hace que Nanon supere su fobia, aceptando casarse con el musculoso.

Cuando Alonzo (ya verdaderamente sin brazos) regresa a Nanon, ella con entusiasmo le cuenta las noticias. Alonzo está conmocionado y horrorizado. No sólo ha perdido sus brazos, sino a la mujer que ama. Poco después se entera de que Malabar y Nanon han estado practicando un nuevo acto, en el que los brazos del hombre musculoso parecen estar tirados en direcciones opuestas por dos caballos (que realmente están en cintas de correr ocultas). Durante la primera actuación, Alonzo detiene una cinta en un intento de mutilar a su rival, dejandole sin brazos. 

Pero cuando Nanon comienza a intervenir, Alonzo la amenaza con un cuchillo, pero la joven se apresura a calmar a uno de los caballos. Alonzo trata de salvarla de una lesión, empujándola hacía fuera, pero dicho caballo derriba a Alonzo y lo pisa, causandole la muerte. Es el fin del asesino del doble pulgar.

Obra que mezcla el terror con el drama, lo natural con lo bizarro, destaca por unos movimientos de cámara perfecto (partícularmente grande la escena en la que Alonzo lanza cuchillos a su bella ayudante) con una película que acaba tragicamente feliz. Ni que decir que cualquiera se hubiera enamorado de la joven y guapísima ayudante del lanzador de cuchillos. cuyo nombre real era Lucille Fay Le Sueur, pero que en esos años ya se la conocía como Joan Crawford.

Ficha

Dirección	Tod Browning
Producción	Irving G. Thalberg
Guión	Waldemar Young
Música	Miklós Rózsa
Fotografía	Merrit Gerstad

 
Otros datos

País	Estados Unidos
Año	1927
Género	Drama, Terror
Duración	50’

 
Protagonistas

Actor	Personaje
Lon Chaney	Alonzo the Armless
Joan Crawford	Nanon Zanzi
Norman Kerry	Malabar
Nick De Ruiz	Antonio Zanzi
John George	Cojo

La atracción (¡Nanon!)