En primer lugar su nombre era Elizabeth Rosanna Gilbert natural de Irlanda y, como muchos datos alrededor de su vida, desconocemos con exactitud muchos datos acerca de su nacimiento. Su madre apenas tenía 15 años, mientras su padre era un militar británico.
Su familia se trasladó a la India, volviendo a las Islas Británicas después del fallecimiento de su padre. La pequeña tuvo una infancia difícil debido a sus constantes conflictos en el colegio. Dos ejemplos de su carácter díscolo: una vez clavó unas flores en la peluca de un señor durante una misa y, en otra, corrió por las calles desnuda.
A los 16 años se fugó con un Teniente a Calcuta, debutando a los 22 en Londres como "Lola Montez", una supuesta bailarina española, que, a pesar de no destacar muy especialmente en la danza, encandiló a todos, muy especialmente a los hombres.
Luis I de Baviera |
Finalmente, se convirtió en cortesana (amante, vamos) de Luis I de Baviera, cuyo quizás enamoramiento desmedido hizo que le diese a Lola excesivo poder hasta el punto de utilizar el látigo para maltratar al servicio o que le diese el título de Condesa de Landsfeld, interfiriendo incluso en los asuntos de Estado.
Tras la abdicación de Luís, Lola Montez huyó a Londres, recalcando en California, donde actuó como bailarina, casándose con un periodista local. Murió en Nueva York sola y olvidada de todos.
Seria el cine el que la traería de nuevo a la palestra de una forma algo idealizada y bajo el nombre de Lola Montes, siendo muy reconocida la versión de Max Ophüls, protagonizada por Martine Carol en el papel de Lola y con Peter Ustinov, sacando a la luz los avatares de su escandalosa vida.
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