A principios de los años 20, una turba mafiosa y con ansias de sangre se apoderó de Italia. Esos años el movimiento fascista liderado por Benito Mussolini había empezado a coger fuerza de una forma alarmante. El fascismo tenía como objetivo alcanzar el poder a toda costa y para ello recurría al amedrentamiento a la violencia, atacando a todos aquellos que no pensaran como ellos.
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Aunque despreciababan el parlamentarismo, se aprovecharon de él para darse a conocer. Cuando empezaron los apedreamientos, las peleas callejeras y los incendios. el partido fascista era un movimiento marginal
dentro de la política del país transalpino, aunque bastante temido debido a sus ideas populistas que empezaron a seducir a ex-soldados y personas de estratos sociales medio-bajo, que estaban descontentas tras la Gran Guerra. Mussolini, que era un hombre de gran palabreria, capaz de engañar a masas enteras con su discurso,
consiguió un escaño en el Parlamento italiano en las elecciones de 1921. Ahí se recrucedió aún más si cabe la violencia fascista y aumento las ansias de poder de un Mussolini, que quería devolver a Italia el resplandor de la antigua Roma hasta el punto de que su saludo (brazo en alto) formaba parte de toda la paranafernalia del Imperio Romano.
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Víctor Manuel III, Rey de Italia |
Temiendo que los fascistas provocaran una guerra civil, el gobierno de Luigi Facta buscó el apoyo del escritor ultranacionalista Gabriele D'Annunzio para encabezar una manifestación patriótica el 4 de Noviembre de 1922 con el objetivo de festejar el triunfo italiano en la Gran Guerra. Enterado de esto, Mussolini actuó rapidamente.
Mussolini ordenó a mediados de Octubre de 1922 que todos los militantes del Partido Fascista
se preparasen para manifestarse de forma masiva en
todas las ciudades principales de Italia, recurriendo a la violencia contra todo lo que se moviera en caso de que fuera necesario. La pasividad del ejercito y la policía, que hizo que muchos socialistas de la zona norte dimitieran ante la violencia fascista, posibilitó que las manifestaciones se llevaran a cabo.
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Un momento de la marcha |
Una inmensa horda de fascistas
se lanzaron tanto a carreteras como a trenes con el único objetivo de llegar a Roma; el objetivo: tomar el poder para su líder Mussolini. Los camisas negras (cuerpo de milicias llamadas así por su vestimenta negra) acudieron a la capital, amenazando con provocar una guerra civil si las autoridades les cortaban el paso.
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Entrada del líder del fascismo |
La pasividad del Rey Víctor Manuel III, que se negó a firmar el estado de sitio para la ciudad (lo que habría permitido el encarcelamiento e Mussolini y sus secuaces), hizo que, de facto, Mussolini tomara el poder en Italia. El desfile triunfal confirmó que los fascistas habían ganado. No obstante, Italia es un país grande y es por eso que la dictadura como tal no comenzó a aplicarse de inmediato. Los fascistas recurrieron a diversos procedimientos durante los meses posteriores para
asegurarse el control de todos los mecanismos de poder.
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Sin embargo, ese Octubre de 1922 había ganado la sinrazón más bestial; un ser despreciable que lideraba a unos seres con la misma catadura moral que él, había alcanzado el poder de uno de los países más importantes del Mediterráneo. Daba comienzo la dictadura fascista.
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