Rs bien sabido que los españoles debido a la miseria en la tierra propia, tuvieron que buscarse las castañas en otras zonas, apenados por abandonar su querida Patria, pero con la esperanza de hacerse ricos... y volver.
Y ahí radicaba el espíritu de un tango especial; Carlitos Gardel amenizaba con su melodiosa voz cuando por fin el esperado retorno. Unos venían de Argentina, otros de Venezuela, algunos de Cuba, pero independientemente de donde vinieran, todos tenían la esperanza de ver aquel parpadeo de luces que marcan el ansiado retorno y es que siempre se vuelve al primer amor; volver con la frente marchita...
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