Cuando eramos niños, siempre nuestras madres nos decían que siempre a nuestro lado desde que naciamos estaba el Ángel de la Guarda para protegernos de todo mal.
La figura del Ángel de la Guarda es antiquisima y siempre ha estado asociado a la protección de los niños, es especial. Se afirma que la propia Biblia, ya nos sustenta la creencia tan popular en el Ángel: "Voy a enviar un ángel delante de ti para protegerte en el camino y para conducirte al lugar que te prepare". (Éxodo 23, 20).
Independientemente de eso, siempre que veo algun desastre relacionado con niños como la caída accidental desde un tercer piso o la caída en un carril de tren de un carrito con el bebe dentro, saliendo ileso, me digo que efectivamente alguién estuvo ahí para protegerle. Los que no creen diran que es suerte, en mi caso puedo afirmar que es la mano salvadora del Ángel de la Guarda, siempre protectora, la que evito la tragedia.
A continuación, les dejo con la preciosa oración del Ángel de la Guarda, que desde pequeño aprendí, rezando todas las noches:
Ángel de mi Guarda,
Dulce Compañia;
no me desampares
de noche, ni de día;
que soy chiquitito
y me perdería
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