Hombre tranquilo e introvertido, Santiago Bernabéu de Yeste, hijo de padre español y madre cubana, nacido en Almansa, tuvo una pasión (aunque tardía) y esa fue el fútbol. Sus hermanos Marcelo y Antonio ya eran futbolistas cuando debutó en el Madrid (todavía sin título de Real) aquel lejano 1911. Era el delantero típico de la época: gran rematador con lo que fuera (especialmente con la cabeza), pero evidentemente no contribuía nada al juego, excepto para marcar goles. Sus compañeros decían que era algo lento e incluso lo apodaron "el pato" por su particular forma de correr. Lo cierto es que el joven Santiago era capitán del club cuando recibió el título de Real.
A pesar de ser el más conocido de los Bernabéu, Santiago inicialmente se miró en el espejo de sus hermanos futbolistas. Antonio fue uno de los fundadores del Bolonia (estudió en Italia) y uno de los primeros Presidentes de la Real Federación Española de Fútbol. Por su parte, de Marcelo, que era defensa, don Santiago contaba una anécdota como poco curiosa. Cuenta que una vez que lo vio su hermano jugando de portero en el tercer equipo del Madrid, éste le dijo que "como te vuelva a ver jugar de portero, te pego un guantazo que te pongo la cara en el cogote" (
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Santiago estudió en el Real Colegio Alfonso XII de los Agustinos en San Lorenzo de El Escorial (donde comenzó a jugar al football), estudiando el bachillerato en el instituto Cardenal Cisneros. A pesar de que su idea inicial era la medicina, finalmente por mediación de su padre estudió leyes y de hecho tenía el título de derecho, aunque nunca ejerció como abogado. Es verdad que trabajó durante un tiempo como funcionario. Lo que le movió siempre fue el fútbol.
Hay una historia que quiso ocultar y que fue relatada por el entonces capitán del Madrid, Castell, el cual era arquitecto, que dijo que si Bernabéu no estaba entre los números más altos como socio del club era porque les había traicionado, yéndose al Athletic de Madrid, algo que es verdad y que tuvo tal posibilidad debido a su amigo Julián Ruete, una de las grandes personalidades del club colchonero. ¿Por qué hizo eso? Bernabéu se lo llevó a la tumba, pero es probable que decidiera cambiar de colores debido a algún enfado con la directiva de ese momento (muy habitual en una época donde el football era amateur). Es probable que jugara partidos amistosos, pero no oficiales, ya que estuvo menos de un año con los atléticos (
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A nivel político era un hombre de orden (como se decía en otras épocas), indudablemente de derechas (no se sabe si era afiliado o simple simpatizante de la CEDA de Gil-Robles), por lo que podría calificarsele de Monárquico, aparte de ser enemigo de los separatismos. Con el régimen franquista no se significó especialmente y rara vez recibía al dictador a no ser que fuera en meros actos protocarios. Don Santiago sólo fue un simple cabo en la guerra civil. Lo cierto es que le enfadaba muchísimo que se le asociara a su club como "equipo del régimen". Se puede decir que el club blanco no le dió una medalla de oro al dictador como si hicieron otros (guiño, guiño).
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En la firma de Pepe Samitier |
De su relación con el régimen surgió una anécdota que tiene como protagonista al fundador de la legión Millán Astray. Hay dos versiones. La primera es que al parecer a don Santiago no le agradaba la presencia del General el cual solía ir al palco de Chamartín junto a un ayudante, aprovechandose de su condición de mutilado. El caso es que un beso protocolario de Astray con la mujer de un diplomático provocó el enfado del susodicho ya que entendió que se había sobrepasado. La segunda versión es que efectivamente el fundador de la falange había tenido un comportamiento deshonesto con la mujer de tal diplomático. Fuera verdad o no, don Santiago aprovechó tal cosa para vetar la entrada al palco de Millan Astray. Fue tal el enfado de un hombre tan acostumbrado a que nadie le tosiera que retó a duelo a Bernabéu. El caso es que tuvo que intervenir el Jefe del Estado Mayor, Agustín Muñoz Grandes, bajo cuyo mando estuvo Bernabéu en la guerra civil, para poner paños calientes, indicándole a Millan Astray que el Presidente del Real Madrid en su casa tenía el derecho de invitar a quien quisiera.
Otra anécdota la tenemos con el Ministro de agricultura Rafael Cavestany, en un partido amistoso contra la selección uruguaya (que ganaron los blancos por 2 a 0), el cual reclamó sentarse en el centro del palco, al lado del embajador de Uruguay, pero Bernabeu al verle se levantó, le saludó y le indicó cuál era su butaca. "¿Y aquí quién se sienta?", señalando el sitio donde lo hacía Bernabéu a lo que éste le contestó: "Aquí se sienta el presidente del Real Madrid". En el consejo de ministros, Cavestany, que había abandonado el palco cuando acabó la primera parte, lo tildó de descortés.
Ya en los 70, concretamente en 1973, antes de un partido de la sección de baloncesto frente al Maccabi Tel Aviv, Bernabéu impuso la insignia de oro del club al general israelí Moshé Dayán, seguidor reconocido del Real Madrid, algo que fue visto como una provocación dado que la España franquista no reconocía al Estado de Israel.
¿Por que hay gente que piensa que el Real Madrid era el equipo del régimen? Por mero aprovechamiento que hizo el franquismo de sus éxitos internacionales. Lo cierto es que aún teniendo una ideología conservadora, Bernabéu, secretario técnico del club en plena Segunda Republica, formaba parte de una entidad cuya directiva en su gran mayoría era políticamente de izquierdas y, de hecho, antes de la guerra la facción conservadora, liderada por Bernabéu, perdió frente a la izquierdista. Ya en plena guerra civil el club blanco era reconocido como el club de la república y a punto estuvo de desaparecer a principios del franquismo por orden gubernamental por ser un equipo dirigido por "rojos y masones", según el régimen. Las palabras de Bernabéu sobre esto: "Cuando oigo que el Madrid ha sido el equipo del régimen, me dan ganas de c... en el padre de quien lo dice. Y si lo no hago, no es por timidez. Me abstengo por no darle una pista. El equipo del régimen fue siempre el Atlético de Aviación, padre natural del Atlético de Madrid. Cuando acabó la guerra, y ahí están los archivos, nos metieron en la cárcel a medio equipo y los directivos de los rojiblancos eran todos coroneles". De su etapa republicana conservó la banda morada a la que se le volvió a añadir la corona.
Don Santiago sólo se casó una vez y a los 44 años. Muchos lo llegaron a calificar como "soltero empedernido" y sería tras la guerra cuando se casó con María Valenciano, viuda de un ex-directivo del Madrid al que habían asesinado durante la guerra. Bernabéu removió Roma con Santiago para encontrar el cuerpo del primer marido de su mujer. No tuvo hijos.
Como Presidente llegó de casualidad (según él mismo), tras una eliminatoria copera lamentable entre el Real Madrid y Barcelona en la que las dos aficiones se comportaron de forma grosera para la época. Para limar asperezas con los azulgranas organizó dos partidos de la Paz. Él le llegó a decir a su esposa que sólo estaría un año en el club y después lo echarían. Eso fue en 1943. Estuvo en el cargo hasta su fallecimiento, que sería el año 1978. En los años 30 como Secretario Técnico fue el artífice de fichajes como el de Ricardo Zamora (que costó 100.000 pesetas de la época), Samitier, los Regueiro y tantos otros.
Su primera gran obra como Presidente fue el nuevo estadio de Chamartín (al que algunos años después le darían su nombre por aclamación), algo que endeudó al club, con momentos de penurias no sólo económicas, sino deportivas. Todo cambiaria con la llegada de los Di Stéfano (el mejor, según mi padre), Gento, Rial, Puskas y compañía... ligas y sobre todo la Copa de Europa de la que fue uno de sus promotores. Siempre quiso traer jugadores que levantaran al público de sus asientos. Sus santiaguinas o arengas a los jugadores fueron míticas. Muy recordado era cuando le decía a los jugadores (cuando jugaban finales europeas o iba de gira) que tenían que ganar no por ellos, sino por todos esos españoles que habían tenido que salir fuera de España a ganarse la vida (don Santiago llamaba a esto "hacer país").
Su conflicto no resuelto con Di Stéfano no generó un cisma, pero si una pena tremenda, dado que dos símbolos del madridismo estaban peleados. Bernabéu llegó a decir que mientras él fuera Presidente, Di Stéfano no volvería al club... y así fue.
No sólo se granjeó simpatías dentro del club o en ambientes madridistas, sino fuera y de la forma más insospechada. A finales de los 40 había intentado fichar a Kubala que había huido del terror comunista en Hungría sin poder despedirse de su madre. Al final acabó fichando por el Barcelona, siendo la figura del equipo catalán.
En Septiembre de 1961, el Real Madrid disputaba la primera fase de la Copa de Europa. El equipo blanco se impusó 0-2. Para festejarlo el Real Madrid organizó una fiesta. Entonces, don Santiago tomó la palabra: "Voy a pedir un favor a los aquí presentes. No es para mí, ni para mi equipo, sino para la máxima figura de nuestro equipo rival, el Barcelona. Kubala lleva catorce años sin ver a su madre...". Fue entonces cuando el club blanco en conjunción con el ministerio de asuntos exteriores pudo dar un par de horas después con su madre. Por fin el hijo pudo ver a la madre. Tras las lógicas muestras de afecto, pusieron rumbo a Barcelona. El propio Kubala, estrella del club rival del Real Madrid, llegó siempre a reconocer el gesto de Bernabéu hasta el punto de decir que el Presidente blanco le había proporcionado la mayor alegría de su vida.
Hombre afable, al que se podría calificar de paternalista, don Santiago (con ese clásico puro que siempre llevaba a mano) se preocupaba de todo lo que pasaba en el club y muy especialmente que todos los trabajadores, desde los jugadores hasta el último secretario, estuvieran bien. No eran pocas las veces que don Santiago le preguntaba a algún trabajador cómo estaba (trabajo, familia, amigos...) y que no dudara en pedirle ayuda si le hacía falta. En cuanto a la afición que iba al estadio que lleva su nombre no le tenía especial simpatía no porque fuera exigente (él mismo lo era), sino porque ya sólo con un mal pase al comienzo del partido se ponía a pitar. El propio Bernabéu, en una entrevista antes de un partido ante el Atlético de Madrid (en aquella época tendría unos 70 años), llegó a decir que "tenía miedo de la afición si perdían". Un caso a tener en cuenta es que tras perder en 1976 una eliminatoria de Copa ante el Tenerife varios energúmenos que se dicen aficionados intentaron voltear el coche de un Bernabéu ya mayor y enfermo... con él dentro.
Pocos podían decirse amigos personales de don Santiago dado que el siempre prefirió la soledad. Los últimos años de su vida los pasó entre Madrid y Santa Pola (más en esta última) donde iba a faenar con su barco y a reflexionar sobre la vida, siendo recibido con cariño por los lugareños fueran del club que fueran.
Bernabéu, que falleció en el cargo, era uno de los directivos más prestigiosos no sólo del fútbol español, sino europeo y Mundial. En todos los partidos inaugurales del Mundial 1978 hubo un minuto de silencio en su memoria. Un grande del fútbol.
PD: Esta semblanza se basa no sólo en entrevistas al propio homenajeado, sino en las confidencias de aquellos que le trataron y conocieron.