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viernes, 28 de septiembre de 2018

Una deriva muy peligrosa

Resulta que muchos de los mismos que tachaban a la ley de seguridad ciudadana de "ley mordaza", la cual (siempre según ellos) atentaba contra la propia libertad de expresión (me la he leído y eso es mentira), son los mismos que por boca de la lamentable Vicepresidenta del Gobierno que desgraciadamente padecemos propone limitar la libertad de expresión en los periódicos y otros medios. 


Decía la señora Calvo que se trata de evitar los bulos, pero a nadie se le escapa que muchos bulos se dan en las redes y que son propagados por cuentas anónimas, las cuales pretenden a modo de ingeniería social el que un grupo de personas piense de una determinada manera. Dice que la profesión periodística esta de capa caída, alejada de la sociedad, algo que es verdad, pero también lo es que ésto es debido a las zarpas políticas, a periodistas sin ninguna visión critica (algunos ni siquiera tienen el título), los cuales son meros transmisores de los que piensan los políticos de turno; simplemente están al servicio de ellos. Por eso podemos hablar de periódicos o medios de derechas y periódicos o medios de izquierdas cuando se debería dar una información veraz, alejada del partidismo político. 
Lo cierto es que todo salta cuando determinados medios de comunicación han demostrado la falta de integridad de algunos Ministros dimitidos (o que espero que dimitan) y en algunos casos determinadas actuaciones que pueden llegar a a ser delictivas como la de la todavía Ministra de Justicia con de los supuestos jueces y fiscales con menores o el supuesto prostíbulo donde se obtenía información. A la señora Calvo no le gusta la Libertad y que se ponga en tela de juicio la ética de unos individuos que por su forma de actuar o lo que han llegado a decir se han catalogado ellos mismos. 
En todo caso, la señora Calvo se equivoca también en otra cosa. La libertad de expresión NO es lo mismo que la Libertad de Prensa. La Libertad de Expresión (que es lo que yo estoy ejerciendo ahora mismo) se puede regular en tanto en cuanto un señor no puede utilizar de forma torticera una supuesta libertad de expresión para insultar, amenazar o ridiculizar a una persona o un colectivo (cosa que hemos sufrido demasiadas veces dada la falta de moral de una sociedad corrupta que ve normal que un señor ofenda los sentimientos religiosos de una persona o que se ría de una víctima del terrorismo), mientras la libertad de prensa consiste en informar de lo que pasa en el mundo y si tal información no se ajusta a la realidad siempre estarán los cauces legales de toda la vida (y casos han habido dentro y fuera de España).
El problema de este Gobierno (y por ende de la señora Calvo) es la deriva autoritaria que está tomando con tanto Decreto-Ley (recordemos un Gobierno de sólo 84 diputados apoyado por la extrema izquierda, independentistas y filoetarras), intentando burlar al Senado (cámara que forma parte de la Soberanía Nacional del pueblo español), utilizando las encuestas de intención de voto del CIS y RTVE (las famosas purgas) como armas propagandísticas (si tan bien le va en las encuestas, que convoque elecciones) e insultar a la oposición (a la señora Calvo le gusta utilizar mucho la expresión "las derechas", un término más propio de la izquierda de los años 30 que de una izquierda moderna y europeista) de hacer ruido por precisamente hacer oposición. ¿Saben qué? Esta forma de actuar me está recordando a países totalitarios como Venezuela y no sólo no me gusta, sino que me parece un horror que los españoles, tengamos la ideología que tengamos, NO debemos permitir.

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