El Real Madrid en Tenerife (1961)

No era la primera vez que el Real Madrid visitaba Tenerife. Ya en época de Zamora y compañia jugó varíos partidos en la isla y fruto de ello se hizo con algún jujador local como el histórico gaurdameta Gilberto Cayol. Sin embargo, eran partidos no oficiales. El primer partido de competición sería del Campeonato Nacional de Liga de la temporada 1961/62, concretamente del día 12 de Octubre de 1961 (día de fiesta por tanto), correspondiendo el mismo a la jornada 7. Era un día de gran jolgorio en la isla, pues se recibia al pentacampeón europeo y vigente campeón de Liga, el cual contaba con figuras del calibre de Di Stéfano, Puskas, Gento y Santamaría entre otros.

El club blanquiazul estaba entrenado por el yugoslavo Ljubiša Broćić (que un año antes había entrenado al Barcelona) y aunque había iniciado su andadura bastante bien con un 4-1 a la Real Sociedad (fue el primer lider de la temporada), lo cierto es que varios resultados negativos (incluída una manita en San Mamés) hacían que el equipo estuviera en la cuerda floja (aunque en ese momento estaba fuera del descenso). Contaba con jugadores de la calidad de Colo, Ñito, José Juan, Santos o el rapidisimo Padrón. Ni que decir que muchos de esos jugadores (practicamente todos) destacarían pocos años después en la Primera División, llegando algunos a ser internacionales. Mientras, el Real Madrid era lider en clara pugna con el Atlético de Madrid.

Antes del encuentro

Cuentan las crónicas que el partido jugado en el Heliodoro Rodríguez López fue comandado por los locales hasta el punto de tener varias ocasiones, pero sin acierto ante el marco defendido por el fenomenal Araquistain. Las contras del equipo blanco por su parte eran letales.

Equipo del ascenso del Tenerife

Una falta (cometida a Santamaría) lanzada por Puskas desde el centro del campo fue aprovechada por Di Stéfano para anotar el 0-1 en el mínuto 42. El segundo tiempo fue parecido e incluso el Tenerife anotó un gol, obra de Paquillo. Las cronicas locales hablan de legalidad del mismo. Las protestas no sólo no surtieron efecto, sino que hizo que los locales se desconcentraran y en una contra Puskas anotó el segundo. Era el mínuto 80 y el Real Madrid no tuvo problema para controlar el juego e incluso cinco mínutos después Di Stéfano hizo el tercero, según las cronicas locales en fuera de juego, tras un rechace del palo a un potente disparo de Puskas.

Miguel Muñoz

El partido terminó con un 0-3, que demostraba que la calidad había ganado al empuje (aunque la prensa local se justificó en el árbitro) muy especialmente debido a la labor de Luis del Sol y la Saeta Rubia.

Es importante señalar que en el partido de la segunda vuelta, en el imponente Bernabéu, el club blanquiazul consiguió empatar a cero, algo meritorio que responde no sólo a los méritos visitantes (incuestionables), sino a las tácticas conservadoras de Muñoz, tantas veces criticado por ello (sólo acabaron con 58 goles, muy lejos de los 81 del Barcelona o los 70 del Real Zaragoza).

Desgraciadamente el Tenerife descendió (pagó la novatada del principiante), mientras el Real Madrid ganó la Liga y la Copa (título que no ganaba desde hacía 17 años) y fue subcampeón de la Copa de Europa en aquella desgraciada final ante el Benfica. Blancos y blanquiazules no se volverían a ver las caras hasta aquella eliminatoria copera del 76 en la que el Tenerife sorprendió a todos, pasando de fase, pero esa es otra historia.