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sábado, 7 de enero de 2017

¡Cuidado con Medusa!

La que no se debe ver... así podríamos definir a una Medusa, cuya maldición la llevó a la perdición. Según la mitología helena, Medusa era una de las hermanas gorgonas (eran tres: la mencionada Medusa, Esteno y Euríale), siendo Medusa la única mortal de las tres, aparte de bellísima y es que sus dos hermanas eran monstruos desalmados, colmillos afilados y unos ojos que emitían una luz tal que quien las miraba fijamente, quedaba petrificado al instante. 


La belleza de Medusa era tal que tenía infinidad de pretendientes, incluido ni más ni menos que al mismisimo Dios del mar, Poseidón. De esta forma, el mencionado Dios decidió seducirla (en otras versiones se dice que fue una violación) en el templo de Atenea. Esto provocó una pelea entre Atenea y Poseidón, cuya relación ya era de por si tensa (acordemonos que ambos compitieron por ser protectores de la ciudad de Atenás). La Diosa al enterarse de lo que ocurrió en su templo, se enfado tremendamente y su reacción inmediata fue la de castigar a Medusa, la cual pasó a ser igual a sus dos hermanas, contandose entre su maldición el hecho de petrificar a todo aquel que le mirara los ojos. 


Pero Atenea no sólo se quedó ahí y, celosa de la hermosa cabellera que tenía Medusa, hizo que su pelo se transformara en terribles serpientes. De aquel idilio entre Poseidón y Medusa, surgió un embarazo, lo que no hizo más que se incrementara el el rencor de Atenea, la cual ordenó a Perseo que mate a Medusa.


Para acabar con la gorgona, Perseo tuvo que usar unas sandalias aladas que le había proporcionado Hermes, así como un escudo muy brillante, de forma que si llegaba a mirarle, pudiera repeler el ataque de la luz letal de los ojos de la gorgona maldita. No obstante, no hubo necesidad de ello, ya que cuando llegó a la cueva donde se había escondido dolida por tal castigo, esperó a que ésta se durmiera en su guarida y volando con sus sandalias, Perseo logró ubicarse por encima de Medusa cortandole la cabeza de un tajo. 


Se dice que con este corte, en el medio del cuello de Medusa, salieron sus hijos, Pegaso y el gigante Crisaor. La cabeza de Medusa fue para Atenea, la cual la utilizó como escudo en todas sus batallas.Así Perseo acabó con Medusa... y su maldición.

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