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viernes, 11 de noviembre de 2016

Las flechas de Cupido

Representado como un niño alado, Cupido es hijo de la Diosa del Amor Venus y el Dios de la Guerra Marte (¡Qué combinación más extraña!), aunque según Séneca su padre era Vulcano, aunque en lo que conocemos a ese niño alado es por llevar unas flechas con los que hacía que se enamorara a las gentes y sus ojos vendados símbolo de que el Amor no conoce de defectos ajenos, sino que es ciego. 


Cupido es propio de la mitología romana, descendiente de la griega, la cual tomó a las divinidades del panteón heleno. En en el caso de Cupido, su equivalente griego sería Eros, venerado además como Dios de la fertilidad. 


Lo curioso es que Cupido siempre era niño, pero ¿Por qué? se preguntó su madre Venus. Por eso consultó con el Oráculo de Temis el motivo de tal hecho. Así que éste le dijo: "El amor no puede crecer sin pasión". Venus no entendió estas palabras hasta el nacimiento de su otro hijo, Anteros, el cual es el Dios del Amor correspondido y la pasión. Sería entonces el Amor que corresponde al primero, y con el que Cupido no siempre está unido. De ahí la clásica representación de Cupido como un niño con alas, indicando que el Amor suele pasar pronto, con los ojos vendados para probar que el amor no ve el mérito o demérito de la persona a quien se dirige. 


Podríamos decir que Cupido, el Dios del deseo amoroso, es el perfecto ejemplo que buscaba explicar el motivo por el cual dos seres pueden enamorarse "a primera vista" y que una persona puede seguir enamorada de otra a pesar de sus defectos.

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