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sábado, 2 de julio de 2016

Los pitagóricos

Pitágoras de Samos es de esas grandes personalidades de la humanidad a las que podríamos calificar como maestro de maestros. Aparte del teorema que lleva su nombre (ya saben: "todo triángulo rectángulo, el cuadrado de la longitud de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos"), contribuyó de forma decisiva en el avance de la matemática helénica, la geometría y la aritmética. De él se dice que fue el primer matemático puro. Por eso no es extraño que tuviera seguidores que siguieran sus enseñanzas y, de hecho, los tuvo y muchos. Por eso en torno a sus enseñanzas surgió un movimiento que mezclaba la ciencia, con lo filosófico y religioso. Este grupo era el conocido como los pitagóricos. 


Este escuela fue fundada por el propio Pitágoras que se dedicaba tanto a la investigación científica como a la filosófica hasta el punto de ser considerada como una secta político-religiosa. Gran parte de la obra que conocemos del gran Pitágoras, el cual no dejó nada escrito de su puño y letra, nos viene de este grupo que se reunía en secreto con contraseñas que sólo conocían sus miembros por temor a supuestas represalias contra el movimiento (todo lo que no fueran los Dioses del panteón helénico o todo lo que pudiese ir contra la religión helena estaba prohibido). Muchas ideas atribuidas a Pitágoras son puestas hoy en día en cuestión, considerandose que una parte de ellas fueron propuestas por miembros de la secta y no directamente por el maestro.  

La escuela de Pitágoras

La principal enseñanza de la escuela pitagórica estaba en la afirmación de que "La esencia de las cosas debía consistir, en sus diferencias cualitativas como sostuvieron los jonios, sino en sus relaciones cuantitativas". Es decir, de estas relaciones que hacen de los fenómenos algo cuantificable, y por consiguiente susceptible de determinarse con rigurosa exactitud: la figura, el número, así como la proporción de las partes, ritmo en la sucesión de ciertas cualidades, regularidades de intervalos espaciales y temporales entre objetos y fenómenos. Para los pitagóricos el número era el Principio de las Cosas o que todo lo que conocemos depende de las matemáticas. 

Himno al sol naciente: Grupo de pitagóricos celebrando la salida del sol

El descubrimiento de la relación número-armonía musical llevo a Pitágoras a las más increíbles generalizaciones que daban explicaciones a todos los problemas, desde el orden y armonía del universo, hasta el transcurrir de la propia vida humana.
Los pitagóricos fueron un poco más allá y creían en la inmortalidad del Alma, la cual pasaba a encarnar a otro ser en función de como hubiera actuado en su vida anterior en lo que sería la reencarnación. Así los pitagóricos creían en la dualidad perfecta entre cuerpo y Alma.  Todas las enseñanzas eran mantenidas en estricto secreto por todos sus miembros, siendo el pentágrama (la estrella de cinco puntas) el símbolo que identificaba a los pitagóricos, al cual lo denominaban "salud".  


La investigación de la escuela fundada por Pitágoras llegó a su termino en el  510 a.C., año en el que el gran matemático fue objeto de una persecución política, aparte de que el grupo de carácter secreto (y por lo tanto posiblemente peligroso) fue defintivamente disuelto (aunque en buena medida continuó existiendo gracias a los denominados neopitágoricos). Pitágoras logró salvar su vida y refugiarse en Metaponto en donde murió posiblemente en el año 497. a.C.

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