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domingo, 12 de junio de 2016

La increíble proeza del Castilla

Aunque parezca mentira hoy en día, los equipos filiales podían participar en la Copa de España de fútbol. Sin embargo, nadie podía imaginarse que un filial tuviera posibilidades de alcanzar la gloria hasta el año 1980. Ese sería el filial del Real Madrid, el Castilla.


Progresivamente eliminaron a Extremadura, Alcorcón, Racing de Santander y Hércules (con una remontada espectacular), pero sería a partir de ahí cuando llamarían la atención de todos. Tras empatar en casa ante ni más, ni menos que el Athletic de Bilbao, el Rey de Copas. Desde ese momento se daba por hecha la victoria vasca en la catedral de San Mames. Nadie se imaginaba lo que finalmente pasaría. Tras un gran trabajo defensivo, al comienzo de la segunda mitad, Pineda, extremo izquierda castillista, ponía en ventaja al equipo visitante, tras un rápido contraataque; inmediatamente después de esta jugada, el portero local Aguirreoa tuvo que realizar dos soberbias paradas antes de que otra vez Pineda anotara un gol que sentenciaba la eliminatoria. Sólo Goikoetxea anotaria un gol para los vascos en el último minuto.


En cuartos le tocaría otro equipo vasco, la Real Sociedad, que acababa de ser subcampeona de Liga con futbolistas del calibre de Arconada, Olaizola, Zamora, Satrustegui y López Ufarte. En el viejo campo de Atocha, el Castilla consiguió un valioso gol, aunque acabaría perdiendo 2-1. En un estadio Santiago Bernabéu repleto (¡90.000 espectadores para ver a un filial!), Paco y Bernal hicieron vibrar a un público que no daba crédito ante la maquinaria de los jóvenes que aspiraban a llegar al primer equipo blanco.
En semifinales les tocaba el Sporting de Gijón que les ganó 2-0. Todo el mundo pensaba que hasta ahí llegaban los cachorros madridistas... y se equivocaban. Nuevamente en el Bernabéu se respiraba ambiente de remontada como si del primer equipo se tratará. En señal de agradecimiento, los castillistas ganaron 4-1, clasificandose para la final de Copa, siendo además el primer filial en jugar una final copera.
Y en ella se encontrarían con sus mayores, el Real Madrid. El hecho de que se jugaría en el mismísimo Bernabéu hizo que la prensa dijera que sería una final muy blanca. El primer equipo con jugadores del calibre de Pirri (que se iría del equipo al año siguiente), Del Bosque, Juanito, Santillana, Stielike y Camacho entre otros no dio opción a su filial. 


Ganaron 6-1, completando el doblete tras conseguir la Liga hacía semanas. Sin embargo, los castillistas celebrarían junto a sus mayores el final de un partido histórico; una proeza que hizo que se prohibiera la participación de equipos nodrizas y filiales en Copa. 


Tras esto, el gran Castilla jugaría la Recopa de Europa del año siguiente. Nuevos éxitos le esperarían varios años después al Castilla cuando llegó una nueva hornada de jóvenes, liderados por un jugador habilidosisimo llamado Emilio Butragueño, quien al frente de la quinta del Buitre, serían primeros de la Segunda División Española. Pero esa es otra historia.

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