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martes, 8 de diciembre de 2015

Aquel Principito

"A LEÓN WERTH

Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona grande. Tengo una seria excusa: esta persona grande es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona grande puede comprender todo; incluso los libros para niños. Tengo una tercera excusa: esta persona grande vive en Francia, donde tiene hambre y frío. Tiene verdadera necesidad de consuelo. Si todas estas excusas no fueran suficientes, quiero dedicar este libro al niño que esta persona grande fue en otro tiempo. Todas las personas grandes han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan.) Corrijo, pues, mi dedicatoria:

A LEÓN WERTH

CUANDO ERA NIÑO"
Con esta dedicatoria comienza un cuento distinto. Un piloto con el adormecida Alma de un niño esta en medio del desierto cuando se encuentra con un niño, pero no es un niño cualquiera... es el Principito.


Esta historia es algo más que un cuento para niños (Antoine de Saint-Exupéry creía que los niños podían ser tan reflexivos e inteligentes como los adultos): es toda una filosofía de vida en la que, como le dice el zorro al Principito: 
"Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos"
En la extrañeza con la que los humanos ven las cosas deriva parte de este libro en el que en un simple dibujo los humanos ven un sombrero, mientras el niño lo que pretende dibujar es una boa que se ha comido un elefante o el que un hombre no pueda ser tenido en cuenta en función de su vestimenta y no por lo que dice: 
"Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones"
Tendría unos 12 años cuando leí por primera vez un libro, que tengo que reconocer no entendí del todo, pero que a medida que he ido cumpliendo años, me cautiva cada vez más.  

¿Sombrero o boa que se ha comido un elefante?

Un Principito que ve más allá de lo que en esencia ven los adultos de otros adultos o de si mismos... y es que juzgarse es una autentica proeza: 
"A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: '¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?' Pero en cambio preguntan: '¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?' Solamente con estos detalles creen conocerle"
"Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio"
Un Principito que no tiene más que una rosa, pero que es suya y esta dispuesto a defenderla hasta su propia vida, a pesar de que no es la única: 
"Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante"
A veces creó pensar que todos y cada uno de los adultos podemos ser ese piloto en el desierto al que se acerca ese Principio, que con su cándida Alma, es capaz no sólo de sacarnos de dentro al niño interior, sino de recordar lo más importante; lo esencial de nuestra propia vida.


Por esas y muchas cosas que nos dijo aquel niño especial, el cual abrió los ojos a muchos, nunca dejare de recordar a aquel Principito.

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