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domingo, 13 de septiembre de 2015

Sustituciones y tarjetas... o ¡cómo ha cambiado el fútbol!

Aunque parezca mentira no siempre se jugaron tantos partidos. De hecho, las Selecciones Naciones en un año sin torneo oficial podían jugar 3 ó 4 partidos en todo el año. Era una época en la que las Ligas no tenían tantos partidos (los jugadores no se cansaban tanto, no existiendo el concepto de rotaciones) y en aquellos años no habían sustituciones y no existían las tarjetas amarillas.


Sin embargo, sería a partir de los 50 cuando se empezaría a hablar de lo necesario de las sustituciones, ya que se generaban muchas injusticias durante el juego. Sí se lesionaba un futbolista (fuera provocada o no), éste tenía que permanecer en el terreno de juego y lo normal era que se retirara o jugara disminuido (normalmente se le ponía en la banda) por lo que el equipo se quedaba del facto con 10 (y de ahí nació la tradición del denominado "gol del cojo" en el que un futbolista lesionado metía un gol). Otras veces, sí se lesionaba un portero, un jugador de campo tenía que ponerse entre los palos o dependiendo de las reglas del torneo, podía ser sustituido por un guardameta suplente. 

Kopa jugó practicamente toda la final de la Copa de Europa de 1959 lesionado

Inglaterra sería el primer país que aceptarían las sustituciones, primero por lesión y después pro cuestiones técnicas y en el Mundial de Méjico de 1970, el ruso Pusatch inauguró la norma de dos sustituciones instaurada por la FIFA. En 1994 pasaron a ser dos jugadores de campo más el guardameta y en un año después, 1995, pasaron a ser tres indistintamente de si es el portero o no. En algunos amistosos, se permiten 5 o más sustituciones. 


En cuanto a las tarjetas amarillas se comenzaron también a utilizar en Méjico 1970 debido a que hasta ese momento para que un futbolista fuera expulsado tenía que hacer una auténtica barbaridad (insultar o literalmente agredir a arbitro o rivales) y algunas acciones requerían de una advertencia. Sin embargo, la necesidad de esto empezó 4 años antes, en el Mundial de 1966, cuando en los cuartos de final entre la selección anfitriona, Inglaterra, y la selección de Argentina, el árbitro Rudolf Kreitlein amonestó a los hermanos Bobby y Jack Charlton, pero nadie se enteró en el campo ni en las gradas, lo que originó una protesta formal por parte del seleccionador inglés cuando se enteró de tal cosa por los medios de comunicación. 


Así, Keneth George Aston (reconocido ex árbitro inglés) propuso, en una manera de hacer saber a los futbolistas y los aficionados, la institución de las amonestaciones de los árbitros y para ello copió el sistema de señalización de los semáforos: el amarillo precaución y el rojo peligro (expulsión). Se podía echar a un futbolista por dos tarjetas amarillas. En España, llamativamente se utilizó este sistema, aunque la tarjeta amarilla en lugar de llevar ese color, se sacaba una tarjeta blanca (no pregunten por qué). Finalmente, en 1976, la Federación Española de Fútbol se adaptó el reglamento al de la FIFA para que las tarjetas fueran amarillas. 
 

El tema de las sustituciones y tarjetas demuestran lo que ha cambiado el fùtbol y que alguno de los mencionados cambios se han realizado para bien. 

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