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sábado, 20 de junio de 2015

Y el cuervo dijo: "Nunca más"

"Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,
meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,
como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
"Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;
sólo eso y nada más"
Así empieza uno de los más recordados poemas de la literatura universal. La llegada de un oscuro visitante a la morada de un hombre, el narrador de dicho poema, que intenta olvidar la perdida de su Amor, Leonor, nos perturba. La llegada del visitante desconcierta al hombre y aún más cuando observa que no es alguien cualquiera: es un cuervo que como si del mismo infierno viniera, a todas sus preguntas contesta "Nunca Más".


Piensa que el aire se vuelve cada vez más denso y siente la presencia de ángeles. El narrador ante el extraño ave, no puede soportar su presencia y lo llama "cosa del demonio" y "profeta". Mientras el hombre grita ante el cuervo, este solo le responde "nunca más". Y así seguirá el poema con el cuervo posado sobre un busto de Palas Atenea, Diosa de la Sabiduría, diciendo una sola frase, que atemoriza a un narrador que admitira que su Alma está atrapada bajo la sombra del cuervo y que "nunca más" será liberada.
 

Este poema, escrito por Edgar Allan Poe aterrorizo a las gentes que tuvieron la oportunidad de leerlo en aquellos años. Las palabras "nunca más" mencionadas por el cuervo no hacen más que reflejar el que nunca más volverán aquellos tiempos en los que su amada Leonor estaba con él; una historia que, aunque sea un poema, es un ejemplo de lo que significo Poe para sus contemporáneos: el horror gótico en su máxima expresión. 


Y es que Poe era un maestro a la hora de sacar a la luz los miedos más ancestrales del hombre, sobre todo los relacionados con la muerte, aunque como el mismo decía: "A la muerte se le toma de frente con valor y después se le invita a una copa".

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