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viernes, 23 de enero de 2015

"El otro es muy malo"

Esta frase es muy utilizada, o al menos el sentido de la misma, por muchos de nuestros políticos, de izquierdas o de derechas, que para nuestra desgracia tenemos que soportar una y otra vez. 


Un sistema, democrático o no, puede descomponerse de muchas formas, pero sí hay en algo donde se muestra su decadencia es cuando dentro de la política se meten vividores, que han venido a llevárselo calentito. Así vemos a los Barcenas o Roldanes de turno caminar a sus anchas porque hay un aparato que fomenta el que personajes de muy dudosa condición se enriquezcan a costa del ciudadano, mientras personas verdaderamente preparadas para la política no tienen más remedio o que fundar otro partido o plegarse a las condiciones de la dirección. 
Convendría señalar que no es licito separar a los políticos del resto de ciudadanos. En el fondo, hay muchos elementos de nuestra sociedad, la española, que piensan literalmente que los demás son muy malos porque son de otra ideología y, por ende, no piensan como ellos. Podríamos decir que hay personas que tienen un dictador dentro, que les dice que esta bien o esta mal, cuando en realidad el autentico sentimiento democrático es aceptar que hay personas que piensan diferente a nosotras con las que debemos debatir y llegar a puntos en común. Pero lo peor no es eso. Lo tremendamente obsceno es que haya personas que piensen que los de la otra ideología son todos unos corruptos por el simple hecho de pensar distinto, algo que nunca reconcomerán como tal. Yo he escuchado como algunos contertulios equiparaban al PP con el fascismo en debates de ciertas cadenas y aquí sorprendentemente no pasa nada.
Lo que habría que hacer es literalmente desterrar tanto dentro la política como fuera no sólo a los corruptos, sino a todo aquel que por su actitud no acepte las ideas del otro. Claro, que teniendo en cuenta que en el Congreso Español hay gente que apoya dictaduras como la cubana o personajes apoyados y financiados por el terrorismo de ETA, no se por qué me extraña que haya tanta anidmarvesión hacía las ideas del otro.
El problema de este país es que mientras no consigamos algo tan esencial como borrar el insulto, menosprecio y el "y tu más" de nuestro vocabulario, no habremos hecho nada. Mientras nos seguiremos engañando diciendo que vivimos en una Democracia o que la culpa de todo la tienen los políticos como sí éstos los eligiera un ente superior y no todos los ciudadanos en unas elecciones libres.
PD: Como gane la extrema-izquierda en Grecia, espero que algunos se den cuenta de la barbaridad que sería votar a ciertos tipejos salidos de la casta universitaria española. Por cierto, ¿Cuánto le propondra pagar la Sexta, ese medio tan "imparcial" a Barcenas por hablar de los sobres y el dinero B? Hagan sus apuestas.

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