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viernes, 24 de octubre de 2014

This is Football

Tengo que reconocer que siempre que un equipo español juega contra un equipo inglés es agradable de ver no sólo por el espectáculo deportivo, sino por una afición, la inglesa, que vive por y para el fútbol. Lo reconozco: les tengo mucha envidia.


Porque mientras en España nos dedicamos a hablar de sí Franco era o no era del Real Madrid (¡Menudos elementos los que afirman eso!), de sí Messi lo quiere que lo cambien o no, de sí el Atlético de Madrid pega patadas o no, de sí se estan llevando a la Selección Nacional futbolistas que no juegan, los ingleses únicamente hablan de fútbol. Es su tradición. El fútbol moderno se invento en Inglaterra y es todo un acontecimiento que tratan con la máxima seriedad.
Pero la idea del aficionado inglés va mucho más allá: se dedica a apoyar a su equipo independientemente del resultado porque un aficionado, por definición, anima a su equipo y no necesita que su equipo este en mejor momento para apoyarlo. Un aficionado inglés sabe reconocer la superioridad de un equipo y de ahí que el Real Madrid, al igual que muchos otros, saliera ovacionado. De hecho, un ejemplo de admiración en Inglaterra hacía precisamente el Real Madrid lo tenemos en cuando el equipo blanco ganó la quinta europea consecutiva con una exhibición de fútbol (7-3), el Leeds United decidió cambiar su indumentaria al blanco para motivar a sus jugadores.
El aficionado inglés, con sus virtudes y defectos, sabe de fútbol, mientras en España se crean debates estúpidos a los que invitan a personajillos radicales que van de sobrados por la vida, pero, a diferencia de los aficionados ingleses, no tienen ni idea de fútbol.

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