Páginas

jueves, 25 de septiembre de 2014

Y se fue Gallardón

Tengo que reconocer que cuando escuche que Gallardón había dimitido se me escapo una lagrimita (lo que no quiere decir que fuera de pena). Y es que se iba con Gallardón se iba una parte de lo que me fastidia de la derecha post-franquismo y que desgraciadamente padecen muchos: la derecha acomplejada. 


Es  verdad. Hemos vivido en un país en la que la izquierda ha utilizado el insulto de "facha" siempre que desde algún sector de la derecha se ha pretendido hacer algo, que no coincida con sus postulados. Y siempre llegaba esa derecha acomplejada y torpe para hacer sus deseos. Los de la izquierda, naturalmente. Salvo la segunda legislatura de Aznar, da igual que gobernara el Partido Popular, que siempre estaban dispuestos a hacer los caprichos de los de siempre ¿Se acuerdan de cuando Aznar decía que leía a Azaña?
Hemos vivido en país netamente socialista no porque fuera mayoría, sino porque la derecha de alguna forma ha querido que así sea. Así tenemos la educación y la sanidad que tenemos, por no hablar de la historia de la que los de siempre se han adueñado hasta el punto de reescribirla en una lamentable basura política que se dio en llamar memoria "histórica".
Gallardón y muchos otros (especialmente un gallego que yo me se) representa a toda esa derecha absurda, que cree que es preferible renunciar a tus principios antes de que te insulten. Yo les diría a muchos que si les insultan por tener ideas diferentes, les manden a... (pongan lo que quieran). Ya esta bien de que algunos antidemócratas, defensores de regímenes como Cuba o Venezuela, se dediquen a dar lecciones de Democracia. 
Sí Gallardón era incapaz de defender sus supuestas ideas, debería haberse ido hace mucho tiempo. Y muchos también. El respeto a ideas diferentes no implica la renuncia a las propias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario