Páginas

jueves, 25 de septiembre de 2014

Faltan oradores

Hace mucho que se fueron de la política y, sin embargo, aunque no coincidieras con su forma de pensar, se les echa de menos. Les hablo de hombres que cuando hablaban eran capaces de convencer o al menos hacer pensar a aquellos que los escuchaban. Y esos hombres nacieron en nuestro país. Porque, aunque parezca mentira, nuestra política tuvo muy buenos oradores. Han pasado los años y este país sigue siendo en de los Cánovas, los Castelar, Azaña, Calvo-Sotelo, etc. Hombres que no necesitaban insultar expresamente para defender sus ideas, ya que en muchos casos utilizaban la ironía.


En la actualidad, eso no existe. No hay más que ver una sesión de control al Gobierno para darse cuenta de la cantidad de reproches, insultos y, en algunos casos, amenazas que se sueltan en donde supuestamente reside la Soberanía Nacional. Pero no es sólo la baja calidad de sus palabras, sino la falta de discurso serio lo que hace que la política haya caído a lo más bajo de nuestra sociedad. Vemos políticos que son incapaces no ya de hacer un discurso decente, sino de no leer o improvisar el mismo. Se trata de comunicar tus ideas a las personas que tienes enfrente o que te esta viendo.

Emilio Castelar, Presidente de la I República Española

Mucho se hablo en su momento de algunos debates en los que Rajoy literalmente leyo sus discursos cuando tenía que dirigirse a los televidentes. Fue verdad. Pero también es verdad que el problema no sólo lo tiene Rajoy, sino muchos de nuestros políticos, que no saben comunicar ideas y son incapaces de dirigirse decentemente al público. Las redes sociales estan bien, pero no son suficientes. Hacen falta políticos que sepan comunicar sus ideas de forma clara, aunque no se esten de acuerdo con ellas. No pido un Castelar (insuperable), pero si un grupo de políticos que se olviden del "eslogan fácil" o del insulto. Sí algo tiene el ser humano, es la capacidad de comunicarse mediante palabras ¡Qué las utilicen.!

No hay comentarios:

Publicar un comentario