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viernes, 11 de octubre de 2013

¡Indignante!

Ayer se vivió otra jornada negra para la justicia cuando un grupo de energumenos sindicalistas, los cuales viven del cuento, se concentraron a las puertas del juzgado donde la juez interrogaba a sus correligionarios por el uso fraudulento de dinero público.


A mi siempre me ha parecido que los sindicatos de clase sólo están para hacer política y oponerse a todo aquel que no comparta su mera existencia, aparte de llenarse los bolsillos, viviendo del dinero público. Ayer lo comprobamos. Vimos como un grupo de exaltados que no ha dado un palo al agua en toda su vida, se concentraba contra las decisiones judiciales que investigan el uso indebido de dinero público que se supone que era para cursos de formación, convenios colectivos y demás y resulta que lo han utilizado simple y llanamente para llenarse la tripa con la connivencia eso sí de la Junta de Andalucia gobernada por un partido que ha convertida la hermosa tierra andaluza en su finca particular y que ahora es liderado por una señora que, no nos olvidemos, participo en el Gobierno anterior, el cual daba ayudas sin ton ni son a UGT y CCOO para hacer cosas que no sólo no hacían, sino se lo gastaban en comilonas.
La justicia debe ser imparcial y, a pesar de las presiones políticas, busca esa esencia que forma parte de la Democracia. No tienen que venir un grupo de exaltados que sólo viven del cuento a presionar a un juez para que tome determinadas decisiones.
Si este fuera un país democrático normal (no la "Democracia" que quieren algunos, sino DEMOCRACIA con mayúsculas), ahora mismo esos que se concentraron el el juzgado estarían imputados. Pero señores, esto es España, el país donde se dice al juez por donde hay que ir, donde políticos vitorean a delincuentes que van a la cárcel, donde jueces se meten de políticos y después vuelven a la judicatura. Un país demencial donde cada uno tiene su idea de la justicia y es que no toquen lo mio.

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