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jueves, 12 de septiembre de 2013

Las dobles varas de medir

Me resulta llamativo con que frecuencia desde la política o el periodismo (tampoco hay tanta diferencia) se utilizan diferentes varas de medir a la hora de dar o resaltar una noticia en función de si es conveniente o es de los nuestros.
El tema de la corrupción por ser más frecuente, no me deja de resultar hiriente. El PSOE e Izquierda Unida (ahora se llama "Izquierda Plural") que tanto se desviven por el tema Barcenas que, ahora mismo esta en punto muerto judicial, no son tan exigentes a la hora de pedir responsabilidades a los dirigentes socialistas que dirigieron los ERES fraudulentos en Andalucia.


También me resulta como poco sorprendente que desde sectores que todo el mundo conoce y que encima, muchos de ellos, se declaran como defensores de España, justifiquen los delirios independentistas, pareciendoles de poca importancia que se quemen banderas de Naciones (España y Francia) por gente despreciable y cobarde, pues se tapan para no ser reconocidos, y, sin embargo, tando desprecien un supuesto nacionalismo español que, con todos mis respetos, no existe y si alguno se considera tal cosa, son los cuatro exaltados de siempre. Una Democracia no justifica todo y no les hablo de las banderas, sino de pitadas al himno, de amedrentar a catalanes que se sientes españoles, etc. Cosas propias de zonas donde prima el totalitarismo, el cual es propio de los nacionalismos.
Son precisamente los nacionalistas catalanes los que se quejan de que si tenemos miedo a la Democracia o el derecho a decidir. Son precisamente esos nacionalistas tan "democraticos" los que recibían con todos los honores a Franco y hoy en día han realizado una inmersión lingüistica en la que prima el catalan al castellano, algo que no se dio ni enla dictadura al reves y consideran a aquel que se crea catalan y español, un traidor. 
Pero, lo más triste de este país nuestro es que te leas un periodico y en lugar de ver una noticia y que ésta sea tratada con toda la objetividad del mundo, lo único que haces es leer un editorial, donde de una forma absolutamente subjetiva se comenta una realidad paralela en función del interes partidista del periodico. Que los políticos no sean objetivos hasta cierto punto se puede entender, pero que no lo sea un periodista, precisamente porque el dueño del periodico sea de tal ideología, me parece aborrecible.
Como los ejemplos que les he citado, podría decir muchos y todos de gran actualidad, lo que pasa es que resulta decepcionante comprobar como en tu país no haya nadie cabal y que defienda sus posturas, lo cual es loable, pero con un poco de ecuanimidad y de sentido común. 

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