Uno de los grandes poemas de la historia es el compuesto por Friedrich von Schiller es sin lugar a dudas la famosa Oda a la Alegría, todo un canto a la búsqueda de la felicidad que, según cuentan iba a llamarse Oda a la Libertad, pero el autor decidió cambiar un título puesto que para él aunque el destino del hombre es la libertad, el desarrollo de ese destino desemboca en la alegría.
Friedrich von Schiller |
El texto original es el siguiente:
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
Quien haya alcanzado la fortuna
de poseer la amistad de un amigo, quien
haya conquistado a una mujer deleitable
una su júbilo al nuestro.
Sí, quien pueda llamar suya aunque
sólo sea a un alma sobre la faz de la Tierra.
Y quien no pueda hacerlo,
que se aleje llorando de esta hermandad.
Todos los seres beben la alegría
en el seno de la naturaleza,
todos, los buenos y los malos,
siguen su camino de rosas.
Nos dio ósculos y pámpanos
y un fiel amigo hasta la muerte.
Al gusano se le concedió placer
y al querubín estar ante Dios.
Gozosos, como los astros que recorren
los grandiosos espacios celestes,
transitad, hermanos,
por vuestro camino, alegremente,
como el héroe hacia la victoria.
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
¡Abrazaos, criaturas innumerables!
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
¡Hermanos!, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.
¿No vislumbras, oh mundo, a tu Creador?
Búscalo sobre la bóveda estrellada.
Allí, sobre las estrellas, debe vivir.
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses,
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
¡Abrazaos, criaturas innumerables!
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
¿Os prostráis, criaturas innumerables?
¿No vislumbras, oh mundo, a tu Creador?
¡Búscalo sobre la bóveda estrellada!
Hermanos, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.
¡Alegría, hija del Elíseo!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
¡Abrazaos, criaturas innumerables!
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
¡Hermanos!, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses,
hija del Elíseo!
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses!
Cuando Beethoven tenía 22 años conoció este bello poema y quiso musicalizar el texto, algo que realiza cuando ya esta completamente sordo, siendo el final de su maravillosa 9ª Sinfonía. Beethoven añadió esta bella obra, con algunos cambios, para que fuera cantada por un coro, alcanzando una espectacularidad increíble.
Ludwig van Beethoven |
Este himno u oda llego a tener gran acogida en España cuando fue versionada por Miguel Rios con arreglos del argentino Waldo de los Ríos.
En la actualidad es el Himno de la Unión Europea, siendo así desde el año 1985. A continuación les dejo con la Oda a la Alegría contenida en el último movimiento de la 9ª Sinfonía de Beethoven y la versión cantada por Miguel Ríos.
Ludwig van Beethoven-Oda a la Alegría