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lunes, 21 de febrero de 2022

Casablanca: cuentenme el final

Quien me conozca un poquito sabe que "Casablanca" es mi película favorita, por las grandes interpretaciones, unos actores en su esplendor, sus extraordinarios dialogos, muchos llenos de ironía, la historia romántica y tantas cosas más, pero hubo un problema bastante sustancial durante su rodaje: el final.


La película se fue escribiendo, mientras se rodaba. No es un caso único en la historia, pero nunca una película con esa circunstancia alcanzó el grado que ha tenido "Casablanca". Hubo hasta la posibilidad de cuatro finales, el cual ninguno convencía: Rick se marcha con Ilsa a Lisboa (final donde los nazis vencen, dejando inacabada la obra de Victor), Ilsa se que­da con Rick en Casablanca (no va con el carácter fiel de Ilsa para con Victor), Rick es asesinado mien­tras ayuda a escapar a Laszlo (triste y que volvía a dar a Bogart un tinte perdedor que se quería evitar) y Víctor muere en el aeropuerto, facilitando que los dos enamorados puedan irse juntos (algo sin senti­do: no solo dejaba inacabada su defensa de la libertad frente al enemigo nazi, si­no que echaba por los suelos el mensaje es­peranzador de la película en tiempos de guerra porque, hay que recordar que, más allá de la historia romántica o el triángulo amoroso, era una película de carácter propagandistico en favor de los aliados frente al eje y los colaboracionistas franceses). Ninguno de estos finales con­vencía a nadie, aparte de que los dos últimos eran bastante crueles.
Eso llegó a los actores e Ingrid Bergman no sabía cómo actuar. Más de una vez preguntó a los guionistas con quién se quedaría y Curtiz siempre le daba largas. "actores, actores... siempre quieren saberlo todo" le espetó la última vez.


El final se decidió al final (valga la redundancia) y, como bien sabemos, ninguno fue de los cuatro alternativos. Una bombilla se encendió en la mente de los hermanos Julius y Philip Epstein. Rick renunciaba a Ilsa no por debilidad, sino porque entendía que la vida de ella estaba con Laszlo; su labor junto a Víctor, necesitado de apo­yo, era más importante que el amor egoísta de dos seres que se habían conocido en París. Así Bogart quedaba como alguien que si bien renunciaba a su Amor, se unía a la causa por la Libertad.


Unido a este desenlace en el aeropuerto, los guionistas  hicieron que Laszlo volviera de nuevo a la escena, tras dejar las maletas... el resto ya lo conocen.

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