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martes, 10 de marzo de 2020

El Superman de mi infancia

Fue un día triste aquel en que Christopher Reeve cayó de un caballo para perder su movilidad para siempre. Ahora que parece que cualquiera puede interpretar a Superman (como los Batman y compañia) conviene decir que para los que crecimos viendo las películas del hombre de acero fue un mazazo terrible. Parecía que ese hombre no podía pasarle nada. Chrstopher Reeve era el Superman de mi infancia.


No pareciera que podría ser el Superman adecuado en cuanto a lo físico. Durante su adolescencia tuvo problemas musculares debido a su altura, padeció asma y en determinados momentos de su vida tuvo alopecia, pero... con la edad adulta todo cambio: actor de Broadway (llegó a trabajar con Katharine Hepburn), aunque se sentía satisfecho con sus actuaciones, no ganaba lo suficiente hasta el punto de que estuvo a punto de dejarlo... hasta que se enteró de que buscaban un actor para el papel de Superman. 


De un físico envidiable, conviene aclarar que Reeve era rubio, por lo que se tiñó el pelo, se puso lentes para cubrir sus ojos azules y presentarse al casting y que le vieran parecido a Clark Kent. Richard Donner, quería un actor desconocido para el papel del hombre de acero, lo cual no deja de ser curioso cuando en la película iban a estar actores del calibre de Marlon Brando, Gene Hackman y Glenn Ford. El caso es que Reeve daba el pego como Kent no sólo por su físico (muy parecido al de los comics), sino a su personalidad. La conclusión es que creímos que un hombre podía volar y hacer cosas heroícas y ese hombre era Christopher Reeve, dando lugar a una película original y sus secuelas, que van desde 1978 hasta 1987. 


Cuando era pequeño reponían continuamente esas películas en la televisión (excepto la de 1987, que resultó un fracaso), por lo que a este hombre, involucrado en diferentes causas beneficas desde su juventud, asociaba la imagen de ese Supertman al que nadie reconocía cuando se ponía las gafas (incluida Lois Lane, fabulosamente interpretada por Margot Kidder). 


Meses después del accidente, acaecido en 1995, Reeve reaparecía en la gala de los Oscars más recuperado y logrando hablar con cierta facilidad. Allí en el escenaría estaba en silla de ruedas, siendo aclamado por toda la industría del cine. Allí en silla de ruedad Christopher pidió a la industria del cine que dedicara un poco más de tiempo y esfuerzos para prestar más atención a los problemas sociales en los que lamentablemente se hallan miles de personas. Es verdad: estaba en silla de ruedas, pero no hacía falta que pudiese andar o moverse con soltura para que siguiese siendo Superman. 

Tributo


Gala de los Oscars de 1996

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