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lunes, 4 de noviembre de 2019

Aquella maldita pata de mono

No deja de ser curioso que un señor como W. W. Jacobs, conocido por sus obras de corte humorístico, realizara uno de los cuentos clásicos del terror de principios del Siglo XX (concretamente fue publicado en 1902). Me estoy refiriendo a la Pata de Mono. 


Sin contarles el sorprendente avance de la historia les diré que un amigo del cabeza de familia (el señor White), un Sargento que acaba volver donde estuviera, les habla de un relato fantástico; una pata de mono disecada, mágica al parecer, ya que ya que un faquir la hechizó, y que tiene el poder para conceder tres deseos a tres personas. Por supuesto, que la familia (compuesta por el mencionado señor White, su señora y su hijo Herbert) se harán con la pata de mono no sin las reticencias del Sargento, ya que si bien los deseos se cumplen, éstos pueden llevar aparejado consecuencias de terrible calado que tiene que ver con la desgracia, el dolor y la muerte. Ellos asumirán ese riesgo, a pesar de las advertencias del viejo militar de que los hombres están regidos por el destino producidos por sus deseos de forma que nadie puede oponerse a los designios de esa terrible pata de mono.


No les voy a contar evidentemente el final, pero si pueden leerselo con cierta calma u oírlo con el audiolibro de abajo. La Pata de Mono forma parte de la cultura popular anglosajona hasta el punto de haber inspirado una de las historia de un especial de Halloween de los Simpson haber inspirado a Stephen King para realizar una de sus más grandes y terroríficas obras, "El Cementerio de Animales".

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