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viernes, 8 de marzo de 2019

De María Antonieta a Madame Déficit

¡Qué le corten la cabeza! gritaban los parisienses ante la comitiva que llevaba a la mujer más odiada de toda Francia frente al verdugo. De María Antonieta se dijo lo peor de lo peor: ya cuando reinaba su marido se la acusó de ser una mujer frívola, derrochadora (de ahí el apelativo de Madame Déficit) y favorable a la causa de los Austrías en contra de los franceses. María Antonieta, María Antonieta...


Ya en proceso de desatarse la Revolución francesa (debido a diferentes causas tales como una nobleza que vivía en la ostentación, mientras el pueblo se moría de hambre), se difundió una frase que, supuestamente, había pronunciado María Antonieta y que al parecer fue tomada para la agitación propagandistica revolucionaria. Se contó que, cuando la gente del pueblo, que le faltaba harina y trigo para preparar un simple pan, fue a Versalles a encararse con la Reina, ésta habría respondido de forma altanera con la frase: "Qu’ils mangent de la brioche" ("Que coman pasteles" en frances), causándose un gran enojo en el pueblo, posibilitando un odio aún más encarnizado contra una Reina que representaba lo peor. 

Una joven María Antonieta

María Antonieta era hija de Francisco I del Sacro Imperio Romano Germánico y de la Emperatriz María Teresa I de Austria, siendo desposada con el entonces Delfín de Francia, Luis de Borbón, el futuro Luis XVI con el que tardó en tener hijos (finalmente tendrían 4 hijos: María Teresa, Luis José, Luis Carlos y Sofía. Sólo la primera llegó a la edad adulta) y, según cuentan, tardó en adaptarse a la vida de Palacio. Cualquier Rey podría haber caído ante la furia revolucionaria, pero si de algo parecen estar de acuerdo los historiadores que Luis XVI no sólo no supo atajar el descontento del pueblo, sino que fue un incapaz que desangró a Francia con más guerras, lo que hizo que la economía gala se debilitase. La sensación es que las clases altas vivían en la opulencia, mientras ellos... en la miseria. 


Cuando María Antonieta iba hacía la guillotina, su marido ya había sido ajusticiado. De María Antonieta de la que mucho se dijo y en cierta medida poco se conoció (al menos hasta mucho tiempo no se conocía) se dijo que fruto de su despilfarro, Francia estaba en la ruina. Incluso se la degradó no sólo como persona, sino como madre, acusandosele de relaciones amorales con su propio hijo Luis Carlos. 

A la guillotina

Un juicio llenó de irregularidades la declaró "enemiga de Francia", así como se le condenó a la guillotina por traición. Ella se limitó a decir que no era más que la consorte del Rey de Francia y poco tenía que ver en las decisiones de su marido (como así parece por una carta escrita a su hermano en aquel solitario y suntuoso Palacio de Versalles), rechazando como madre las acusaciones; las demás acusaciones.



El día de su ejecución fue un mediodía. Era el 16 de Octubre de 1793. Mientras el pueblo entero la abucheaba e insultaba, María Antonieta se tropezó subiendo al cadalso, pisando al oscuro verdugo que estaba a punto de arrancarle la cabeza. Cuentan que la Reina ajusticiada dijo: "Disculpe, señor, no lo hice a propósito". Gran jolgorio corrió por la plaza cuando la cabeza de la mujer más odiada de Francia fue separada de su tronco... sería enterrada en el cementerio de la Madeleine, con la cabeza entre las piernas para mayor deshonra de un ser al que el pueblo consideraba infame. Años después, su cuerpo fue exhumado y transportado a Saint-Denis.

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