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lunes, 25 de febrero de 2019

Peter Lorre: un secundario muy recordado

Quien ha visto algo de cine clásico se acordara de este actor de ojos saltones, bajo y de mirada extraña. Su nombre verdadero era László Löwenstein y había nacido en el extinto Imperio Austróhungaro. Sus primeros escarceos interpretativos los hizo en el teatro, tras haber trabajado en banca. Sería en aquellos años sobre las tablas cuando por mediación del psiquiatra Jacob Levi Moreno por el que se pondría el nombre artístico de Peter Lorre.


Lorre hizó varíos papeles menores en el cine alemán hasta que fue contratado por Fritz Lang, el genio del expresionismo alemán, para hacer de un maníaco asesino de niñas en la película "M" y cuyo personaje fue erroneamente asumido como el mismo del tristemente famoso vampiro de Düsseldorf, que fue precisamente ajusticiado ese mismo año de 1931.

Caza al asesino 

Lorre y Lang no tuvieron buena sintonía y, a pesar del éxito de la película, no volvieron a trabajar más. Dos años después ambos se exiliaron ante el ascenso nazi en las elecciones de 1933. Lorre, que tenía ascendencía judía, primero viajó a París y después a Inglaterra donde se convirtió en uno de los actores fetiche de Alfred Hitchcock, del que se hizo amigo y con el que paradojicamente nunca rodó en los Estados Unidos. Su actuación más recordada fue en "El Hombre que sabía Demasiado" del año 1934, rodando también otras películas como "Las Manos de Orlac" de Karl Freund y "Crímen y Castigo" de Josef von Sternberg, sus primeras películas de producción estadoundiense.


Ya establecido definitivamente en los Estados Unidos, se convirtió en actor secundario de la productora Warner Bros., siendo famoso por sus apariciones en "El halcón Maltés"  como Joel Cairo (con un cierto toque que induce a pensar la homosexualidad de su personake) "Casablanca", donde interpretó al Ugarte, personaje de aparición corta, pero clave en la trama o la divertidisima "Arsénico por Compasión" haciendo de un borracho doctor y cirujano plástico.

En "El Halcón Maltés"

En los 50, aunque no le acompañó la suerte casi nunca, estuvo muy vinculado a las películas que adaptaban las obras de Julio Verne: "20.000 Leguas de Viaje Submarino", "La Vuelta al Mundo en 80 Días" y "Cinco Semanas en Globo".


Posteriormente llegarían sus papeles en producciones de terror de bajo coste en la que compartía protagonismo con Vincent Price o Boris Karloff con obras como "El Cuervo" o "La Comedia de los Horrores", que mezclaban (como índica el nombre de la última) el terror y el humor.


Poco faltaba para su muerte que acaeció en 1964, tras un fallo cardiovascular. Mucho había pasado desde sus primeros años en Alemania donde nos sobrecogió con esa película maravillosa de Fritz Lang que nos hizo desconfiar de él. 

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