Páginas

sábado, 16 de febrero de 2019

Clásicos Inmortales: Gran Hotel

"El Gran Hotel. Siempre lo mismo. La gente viene. La gente se va… Nunca pasa nada". La verdad es que la frase es tremendamente irónica dada las cosas que pasan precisamente en un hotel como el gran hotel de Berlín. En realidad pasan cosas; humanas y no tan humanas que hacen de este hotel el centro de una película inolvidable no sólo por el guión, sino por la pléyade de estrellas que hay entre sus cuatro paredes. 


La película es extremadamente coral: en ella vemos al barón Félix von Geigern (John Barrymore), un noble venido a menos que no es más que un simple ladrón de hotel y jugador de cartas profesional, el cual se hace amigo de Otto Kringelein (Lionel Barrymore), un contable moribundo que ha decidido pasar sus últimos días disfrutando una vida de lujo en el hotel. Precisamente tenemos al antiguo jefe de Kringelein, el Director General Preysing (Wallace Beery), que se encuentra en el hotel para cerrar un trato importante, contratando a la secretaria Flaemmchen (Joan Crawford) para que lo asista; una joven guapa e independiente, que aspira a ser actriz y de la que Presysing queda excesivamente encandilado hasta el punto de acosarla. 


Precisamente la secretaria queda enamorada del barón al que considera un caballero, pero que como ya comenté no es más que un tahur y que planea robar el collar de perlas de la Grusinskaya (Greta Garbo), una bailarina rusa en horas bajas y que, tras el fracaso de su actuación, planea suicidarse, pero el barón sale de las sombras para evitar que acabe con su vida, mintiendole y diciendo que estaba en su habitación porque quería verla; estaba encandilado con ella. 

Una bailarina en horas bajas

Son dos almas perdidas y, a pesar de que al día siguiente él cuenta la realidad, y del enfado inicial de la bailarina, ésta acaba personandole y planeando que el noble vaya con ella a Viena, donde serán su proximas actuaciones.


Por otro lado, la secretaria, que aún sigue enamorada del barón, entabla amistad con  Kringelein, al que considera una persona agradable y que se enfrentara en público con Preysing, que fue un jefe tiránico y que lo echo de su puesto por carta. 

La secretaria y Kringelein

Para viajar a Viena, el barón necesita dinero para pagar su salida del grupo criminal con el que ha estado trabajando y con el que planeaba robar la joya a la Grusinskaya. Después de un juego de cartas, donde Kringelein gana todo, intenta aprovecharse de la borrachera del viejito para robarle su billetera, pero dado que es lo único que tiene aquel hombre orgulloso de tenerlo como amigo, se arrepiente y se la devuelve antes que descubra su robo. 


Como parte de un plan de fusión empresarial desesperado, Preysing debe viajar a Londres, pidiendole a Flaemmchen que lo acompañe. Cuando los dos están en su habitación, que se abre a la suya, Preysing ve la sombra del barón revolviendo sus pertenencias. El empresario se enfrenta a él (a pesar de que el barón no hace mucho para defenserse) y lo golpea con un teléfono, matándolo. Flaemmchen ve lo que ha sucedido y le dice a Kringelein lo ocurrido. Él insiste en que actuó en defensa propia, pero Kringelein convoca a la policía y el empresario es arrestado. 

Se ha cometido un asesinato

A la Grusinskaya no le dicen nada para no alterarla y parte hacia la estación de trenes, esperando encontrar allí a su enamorado. Mientras tanto, Kringelein se ofrece a cuidar a Flaemmchen, la cual sugiere que buscaran una cura para su enfermedad. Todos nuestros protagonistas de una forma u otra se han ido. Al salir del hotel, el doctor Otternschlag (Lewis Stone) vuelve a decir lo que dijo al comienzo de la película: "El Gran Hotel. Siempre lo mismo. La gente viene. La gente se va… Nunca pasa nada".


Película basada en una obra de teatro (eso se deja notar); todo ocurre en el Gran Hotel: En ella tenemos grandes figuras del cine que se conectan entre ellas y que acaban dando lugar a un drama perfectamente hilado, cuyo protagonista silencioso y principal es el propio hotel en el que se alojan la Garbo, los hermanos Barrymore, Joan Crawford... y que sólo fue nominada a los Oscar para la categoría de mejor película que ganó. Obra extraordinariamente encantadora que tiene lugar en un hotel en el pasan muchas cosas... y seguiran pasando. 

Ficha

Dirección
Edmund Goulding
Producción
Paul Bern
Irving Thalberg
Guión
Béla Balázs
Obra: Vicki Baum
Música
William Axt
Charles Maxwell
Fotografía
William H. Daniels
Montaje
Blanche Sewell
Vestuario
Adrian
 
Otros datos

País
Estados Unidos
Año
1932
Género
Drama
Duración
112’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Greta Garbo
Grusinskaya, la bailarina
John Barrymore
Barón Felix von Geigern
Joan Crawford
Flaemmchen, la secretaría
Wallace Beery
Director General Preysing
Lionel Barrymore
Otto Kringelein
Lewis Stone
Doctor Otternschlag
Jean Hersholt
Senf, el portero
 
Premios
Oscar

Categoría
Persona
Oscar a la Mejor Película
-
 
"Nunca pasa nada" (en inglés)

No hay comentarios:

Publicar un comentario