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miércoles, 23 de enero de 2019

Juan de la Cierva, el inventor del autogiro

Hacer referencia a Juan de la Cierva y Codorniu es mencionar a uno de las grandes mentes españolas, valorada unas veces; otras no tanta y de la que yo me siento orgulloso de compartir nacionalidad. De la Cierva (al igual que otros grandes) es un orgullo para España.


Hijo de don Juan de la Cierva y Peñafiel, político que habría de ocupar varios cargos de importancia durante el Reinado de Alfonso XIII (concretamente los Ministerios de Instrucción Pública y Bellas Artes, de Gobernación, de Guerra, de Hacienda y de Fomento), su hijo mostró desde el principio el interes por algo que habría de ser su pasión: el arte de volar. Hacía poco que los hermanos Wright habían asombrado al mundo con su aeroplano cuando en 1910 tuvo lugar una exhibición aérea en Barcelona que maravilló a propios y extraños entre ellos a un joven Juan (tendría unos 15 años) que un año después construyó un biplano con dos amigos el BCD-1, que se elevó con éxito.

El padre de nuestro inventor

En Madrid obtuvo los títulos de ingeniero de caminos y especialista en construcción aeronáutica, así como el de piloto aviador, profundizando al mismo tiempo en la aeronáutica en sus ratos libres (que no eran muchos), dedicandose al diseño y construcción de aviones y planeadores de ala fija. Algo que influyó mucho en él fue el accidente aéreo del capitán Julio Ríos, el cual no sufrió daños, pero cuyo aparato acabó destrozado. Es por eso que de la Cierva se dedicó a proyectar una aeronave más segura, con alas giratorias, la cual se llamaría el autogiro.


Mientras que el avión tiene alas fijadas al fuselaje, el autogiro inventado por don Juan de la Cierva tiene alas fijadas a un rotor. Así, 20 años después del primer vuelo de los Wright, el proyecto se hizo real y el autogiro, precursor de los futuros helicópteros, realizó su primer viaje entre los aeropuertos de Cuatro Vientos y de Getafe, en Madrid con éxito.
Tras introducir varias mejoras, en 1925 creó en Inglaterra la Cierva Autogiro Company, buscando apoyo financiero en los Estados Unidos. Posteriormente dio a conocer su invento en todo el viejo continente El autogiro cruzó en 1928 el Canal de la Mancha, recorriendo la distancia que separa Inglaterra de España en 1934. Ya entonces vivía de forma estable en Inglaterra. Paradojicamente (o no tan paradojicamente según se mire y teniendo en cuenta la historia de nuestro país con los suyos), no encontró financiación para su autogiro en España. 


Polémica han buscado algunos con el tema del Dragon Rapide. Lo cierto es que los que le han dado la lamentable designación de "franquista" a don Juan de la Cierva si en algo destacan no es precisamente por su inteligencia, sino por vivir del cuento. Simplemente, de la Cierva se limitó a mediar en la contratación desde Londres del avión Havilland Dragon Rapide con financiación del banquero Juan March, el cual trasladó al General Franco desde las Islas Canarias a Marruecos para ponerse al frente de los regulares. Lo cierto es que Juan March, que es verdad que vio con preocupación la escalada de violencia que se vivía en su país aún antes de la guerra, no tenía gran interés en la política (a diferencia de su padre, claro). Nunca habló con Franco y su hermano Ricardo fue asesinado en Paracuellos por milicias republicanas. La Federación Aeronáutica Internacional le premió con la Gran Medalla en el año 1932, uno de los pocos galardones que obtuvó en vida. 


Cabe resaltar que sería en 1931 cuando comenzó la comercialización del autogiro (con las sucesivas innovaciones), como el mando directo o el despegue vertical, posibilitaron el desarrollo de su invento. Juan de la Cierva murió a los cuarenta y un años en un triste accidente aéreo, sin llegar a ver su invención convertida en el helicóptero que todos conocemos. Fue enterrado en una capilla católica de Inglaterra hasta que sus restos fueron trasladados a España en 1946. 


Lo cierto es que el Dragon Rapide se hubiera contratado con o sin la intervención del aviador e inventor murciano, al igual que la sublevación militar se hubiera producido con o sin la presencia en Marruecos de Franco, aunque se retrasó ante las dudas del propio General. Lo cierto es que don Juan de la Cierva es un héroe español y como a todos los héroes debemos honrarlo porque hicieron mucho por la aeronáutica y sus progresos posteriores. 

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