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jueves, 24 de enero de 2019

Ingrid Thulin, de Suecia a la Gloria

Desde sus inicios en el cine ya estuvo vinculada con Ingmar Bergman. Sus ojos azules y ese halo de misterio que la acompañaba sedujo al cineasta sueco (que siempre fue dado a tener muy buenas actrices que alcanzaron gran potencial interpretativo con él). Ella era Ingrid Thulin.


De niña recibió lecciones de ballet, siendo posteriormente aceptada por la Real Academia de Estocolmo de Arte Dramático. El teatro era su gran pasión, pero acabó en el cine gracias a Bergman, otro hombre no sólo dedicado al séptimo arte, sino también a la actuación sobre las tablas.


Su primer papel importante fue en "Fresas Salvajes", una cinta que entra no sólo en lo mejor de Bergman, sino del cine sueco, contando además como protagonista con otro grande del séptimo arte del país como Victor Sjöström en un paseo personal y existencial en la que la acompaña su nuera interpretada por Ingrid. 

En "Fresas Salvajes"

Sería el canto del cine de una mujer que desarrollaría un estilo personal actuando con una intensidad impresionante en películas sumamente interesantes como "Los Comulgantes", "El Silencio" (interpretando a un personaje con relación más que intensa con su hermana, interpretada por Gunnel Lindblom), "La Hora del Lobo" o "Gritos y Susurros" (con Harriet Andersson y Liv Ullmann). 


Antes de la mencionada "Gritos y Susurros" rueda "La Caída de los Dioses" de Luchino Visconti, película extraordinariamente dramática no sólo por la época (en ella se representa los terribles efectos del ascenso del nazismo en una familia aristocrática de industriales), sino por aparecer temáticas sumamente delicadas como la degeneración en la que se incluye temas muy concretos como la pedofilía, el ultraje o el incesto. 


Por esta película Ingrid ganó el premio National Society of Film Critics Awards en 1970 a mejor actriz, siendo reconocida como una de las grandes interpretes suecas de la historia por detrás de Greta Garbo e Ingrid Bergman. A nivel internacional también rodó "Los cuatro jinetes del Apocalipsis" de Vicente Minelli, "La Guerra ha Terminado" de Alain Resnais (con Yves Montand por cierto). 


Sólo el cáncer cortó su progresión y más allá de "Gritos y Susurros" rodó dos películas más, falleciendo en Suecia, su país, en 2004 como una de las grandes interpretes del cine sueco; aquella chica que maravilló a Bergman alcanzó la Gloria. 

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