Le tengo especial cariño a este villancico. Recuerdo aquel día de Navidad cuando mi clase lo cantó en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, la cual estaba al lado del colegio y que era nuestra Parroquia de referencia para los que vivíamos en la zona. Era maravillosa la historia de aquel pequeño niño que no teniendo, más que un simple y pequeño tambor, decide tocarle una serenata con su instrumento al niño Dios como prueba de Amor hacía, a lo que él responde con una sonrisa.
Conocido en España como el pequeño tamborilero y en Latinoamerica como el niño del tambor, este villancico más allá de la polémica sobre su autoría, no sigue la formula poética que tienen normalmente este tipo de melodías y aún así es uno de los más conocidos de occidente. Concretamente en España ha tenido gran predicamento sobre todo gracias a la extraordinaria voz de Raphael... siguendo el camino que lleva Belen marcandolo con un viejo tambor...
Villancico
Raphael
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