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viernes, 7 de septiembre de 2018

Franco en las Islas Canarias (Marzo-Julio 1936)

"Gloria al Ejército de África. España por encima de todo recibe el entusiasta saludo de estas guarniciones que se unen a ti y a otros camaradas de la península en estos momentos históricos de fe ciega en nuestro triunfo. Viva España con honor. General Franco"
Telegrama a las Comandancias antes de partir en el Dragon Rapide
 
Aunque ahora parezca "políticamente incorrecto" decirlo, Franco fue un militar bastante ambigüo a la hora de posicionarse políticamente. Bien es sabido su odio a Azaña cuando cerraron la Academia Militar de Zaragoza de la que era el director, pero eso no quito que durante esa época fuera Jefe del Estado Mayor (es verdad que lo fue cuando no gobernaban las izquierdas), pero como decía Sanjurjo "Franco es muy cuco" y es que hasta muy tarde nunca se decantó. Franco era visto con recelo desde el sistema republicano, dado su desprecio a la Democracia, mientras los militares implicados en la conspiración y dirigidos por Mola renegaban de él. Tras el Triunfo del Frente Popular y dadas los rumores de conspiración para derrocar un sistema republicano que estaba muerto desde el 34, el Gobierno decidió enviar a los principales militares lejos; muy lejos: Mola a Navarra, Goded a Baleares y Franco a Canarias, algo absurdo porque como bien se supo después el golpe ya llevaba gestandose desde hacía mucho tiempo.


Franco (al que los militares en tono burlesco decían que era Miss Islas Canarias 1936 debido a sus vacilaciones e indecisión) fue designado para la Comandancia General de Canarias, la cual tenía (y tiene) su sede en Santa Cruz de Tenerife. Antes de partir, asiste a una reunión a la que, entre otros, también asisten Mola y Goded, en la que se decide preparar un golpe de Estado capitaneado por el general Sanjurjo (desterrado en Portugal), pero sin rechazar la conspiración, no se compromete. Los militares están enfadadísimos. 
Ya el día del desembarco en Tenerife el 12 de Marzo de 1936 (tras breve escala en las Palmas) del buque Dómine, se produjeron algunas manifestaciones de elementos del Frente Popular con silbidos e insultos hacía el propio Franco, el hombre que había salvado a la República de la rebelión asturiana en el 34 y al que la izquierda (ya muy radicalizaba) lo apodaba "el carnicero de Asturias". Les había molestado el nombramiento del Comandante General. Para evitar posibles atentados (al parecer hubieron intentos de ello durante su estancia en la isla) se reforzaron las medidas de seguridad en torno a Capitania. En pleno Corpus orotavense (se alojaba en el hotel Taoro esos días), ya sufrió un atentado que podía haber cambiado la historia de España.
Franco se mostró en todo momento informado de la rebelión militar de la que era pieza clave para ponerse al frente de los regulares en el norte de África y que el golpe comenzara desde el sur. Franco se mostró reticente en todo momento, algo que enfado (y me quedo corto) a Mola y muy especialmente a Sanjurjo, que siempre en cada frase metía algún insulto hacía "Franquito".


Mientras el Gobierno era incapaz de mantener la seguridad y los asesinatos eran el plato de cada día entre comunistas, anarquistas, socialistas y falangistas. Parece ser que Franco envio una carta al Jefe de Gobierno, Casares Quiroga en una nueva muestra de ambigüedad en la que se ponía al servicio del Gobierno para calmar la situación. 
Durante esos meses, Franco estudió los problemas militares del archipiélago. Por eso preparó un plan de defensa de las islas. En Canarias hizo una intensa vida social, siendo su "guía local" el Comandante Lorenzo Martínez Fuset y señora, que trabaron amistad con la familia Franco. Por otro lado, el General Franco se aficionó al golf  e incluso daba clases partículares de inglés, que leía con cierta soltura, aunque no podía seguir el inglés hablado.

Jugando al golf los últimos días de su vida. Su afición le viene de sus meses en las islas

Todo se precipitó el 13 de Julio, tras el asesinato de Calvo Sotelo por miembros de la Guardia de Asalto vinculados al PSOE como represalia por el asesinato de su mando, el Teniente Castillo. La noticia de estos asesinatos provocó la indignación general y sectores de la derecha se mostraron muy activos. El golpe parecía inminente dado que es muy probable que Franco se decidiese a raiz del asesinato del diputado. El día 14 anuncía a Mola que se unía a la conspiración.
Para ponerse al frente del ejército de África tenía que volar desde Canarias. Para ello se finació (por Juan March) un avión, el Dragon Rapide, pero para ello tenía que partir desde la base militar de Gando, en la Gran Canaria, y era necesario una excusa seria para ir a la isla de enfrente. La "suerte" le sonrio.


El 16 de julio, el comandante militar de la Gran Canaria, el General Balmes, muere de un disparo en el estómago (¿suicidio, accidente o atentado?), lo que posibilita que Franco vaya a la isla sin levantar sospechas con la excusa de asistir a su entierro. Antes de ir a las Palmas, tiene lugar en las Raices (paraje perteneciente al Municipio de El Rosario en Tenerife) una reunión entre los principales mandos militares de la isla y Franco con el objetitvo de poner a punto los planes para la inminente sublevación (muchos dirían después que precisamente ahí comenzó la guerra civil).

En las Raices

El general Orgaz, que siempre estuvo implicado y era colaborador suyo, será el encargado de llevar a cabo el levantamiento en las Islas Canarias. Cuando parte a Marruecos le deja una orden: realizar una durísima represión contra todo aquel que se oponga al golpe.


La mañana del 17 Franco ya está en Las Palmas con su mujer y su hija, asistiendo al entierro. Esa misma tarde se produjo la sublevación en África. Rumores de que los conspiradores iban a ser detenidos hizo que se adelanten un día a la fecha fijada.

Entierro de Balmes

Franco fue despertado a las cuatro de la madrugada del 18 para comunicarle que se habían sublevado con éxito las guarniciones de Ceuta, Melilla y Tetuán. Los periodicos de la época hablan de una pequeña rebelión sin importancia, algo que no era verdad.


Aquella mañana, Franco (sin bigote, pues se lo había afeitado) embarcó a su mujer y a su hija con destino a Francia, y a las dos de la tarde, subió al Dragon Rapide que le llevaría a Marruecos. El golpe triunfó en unas zonas y en otras no (concretamente en Canarias triunfó casi en su totalidad, excepto en la isla de la Palma donde hubo cierta resistencia), provocando una guerra civil, que desangraria a España, dividiendola por la mitad.

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