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domingo, 2 de septiembre de 2018

El código Hays o la censura en el Reino Hollywoodiense

Desde el principio el cine (como arte que era) fue visto con lupa dado que estábamos ante un canal en el que se podían contar historias de todo tipo que no podían gustar a todo el mundo hasta el punto de propiciar la censura en países no sólo por criticas al Gobierno de turno en Estados totalitarios, sino en todo lo referente a cuestiones éticas o morales. Hollywood no se libro de tal cosa. 


Todo esto vino a raíz de diversos escándalos tanto sexuales como violentos que tuvieron algunas estrellas filmicas durante los años 20. Los grupos de poder eran tremendos en los Estados Unidos y muchos de los que propiciaron la famosa ley seca fueron los mismos que pedían por la "pureza" en las películas estadounidenses sobre todo en lo que tenía que ver con la violencia y muy especialmente con el sexo, que en aquellos años no era explicito, pero incluso las sugerencias (un escote, un vestido ceñido... ) podía dar lugar a las quejas. Por lo general, estos grupos de presión formaban parte del ala más conservadora del Partido Republicano. Ahí es donde entra William H. Hays. 

William H. Hays

Hays venía de los republicanos y en 1922 se convirtió en el primer presidente de la Asociación de Productores y Distribuidores de Cine de los Estados Unidos (MPPA), cuyo objetivo era renovar la imagen de la industria cinematográfica tras el escándalo surgido a raíz de la violación y asesinato de la actriz Virginia Rappe, así como hacer caso a las peticiones de grupos republicanos protestantes de establecer una censura de las películas sin que entrara de lleno el Gobierno de los Estados Unidos. Estamos hablando de una autocensura.  

Tarzan y Jane... antes y después

En 1929, con la ayuda del editor católico Martin Quigley y del Sacerdote jesuita Daniel A. Lord, se elaboró un código de normas que, después de ser revisado por los dirigentes de los estudios, fue finalmente adoptado por la MPPDA en 1930. El nombre de este conjunto de reglas era The Production Code, pero más adelante fue nombrado para la posteridad como el Código Hays en honor del propio William H. Hays. 
Aparte de unos preceptos aleccionadores generales, enfocados en preservar la moral en las obras, se trazó una enorme lista de pautas de vigilancia que tenían en el punto de mira especialmente el sexo, aunque también la violencia o la blasfemia.  
Las bases sobre las que se rigió el Código Hays fueron las siguientes: 
Principios generales
  • No se autorizará ninguna película que pueda rebajar el nivel moral de los espectadores, conduciéndolos hacía el mal o el pecado.
  • Los géneros de vida descritos en la película serán correctos con respecto del estilo de vida americano.
  • La ley (tanto natural o humana) no será ridiculizada.
Crímenes (prevención de la imitación)
  • El asesinato no deber ser presentado de manera que sea imitado posteriormente.
  • No se mostrarán los detalles de los asesinatos terribles.
  • La venganza no estará justificada.
  • Los métodos de los criminales no deberán ser presentados de forma concienzuda.
  • Las técnicas del robo no deben ser presentadas de forma detallada.
  • La utilización de armas de fuego será reducida al mínimo.
  • La técnica del contrabando no será expuesta.
  • El tráfico clandestino de drogas y uso de las mismas no serán mostrados.
  • El consumo de alcohol no será expuesto a no ser que sea necesario para la trama.
Vulgaridad
  • No abordar de forma chabacana, ni grosera temas concretos, que puede dar lugar a pensamientos malintencionados. Todo lo deberá regir el buen gusto.
Religión
  • Los ministros de culto en sus funciones de ministros de culto (principalmente eclesiales) no serán mostrados bajo un aspecto cómico. Los religiosos y las religiosas nunca cometeran actos impuros o crímenes. 
Sexo
  • El carácter sagrado de la institución del matrimonio y del hogar será mantenido y representado en su forma más pura. Las películas no deben mostrar formas groseras de hacer el acto sexual. 
  • El adulterio, así como los comportamientos sexuales ilícitos (tales actos deben ser consustanciales a la trama) no deben ser objeto de una demostración demasiado precisa, ni ser justificados o presentados bajo un aspecto atractivo.  
Decisiones particulares sobre el sexo
  • El matrimonio siempre se presentara de una forma simpatica en caso de que haya un tercero que se involucre dentro del mismo. El Amor puro se tratará, pero sin exageraciones.
  • Las escenas de pasión deber ser tratadas sin olvidar qué es la naturaleza humana, y cuales son las acciones habituales. Deben ser tratadas sin despertar emociones peligrosas en jóvenes, los retardados (era expresión habitual en la época) y los criminales.
  • Las perversiones sexuales están prohibidas.
  • Cuando se trata de un amor impuro, el cual la sociedad siempre ha tenido por malo o que la ley de Dios condena, hay varías reglas: Un amor impuro nunca debe parecer atractivo o hermoso, no debe ser presentado como comedia, no debe ser presentado para despertar una curiosidad (malsana) y no debe ser detallado.
Escenas de pasión (relacionada con el sexo)
  • No deben ser introducidas en la trama (salvo que sean indispensables para el devenir de la misma).
  • No sé mostrarán besos ni abrazos de una forma excesivamente lasciva excesiva (poses y gestos sugerentes)
  • No debe despertar emociones viles.
  • No debe mostrarse la violación y sólo se hablará de ella si es importante para la trama. 
Decisiones particulares sobre el desnudo (relacionado con la sexualidad)
  • El efecto de un cuerpo desnudo por una persona debe ser tomada en consideración.
  • El recurso del desnudo o del semidesnudo con el simple propósito de exhibición en una película debe colocarse entre las acciones inmorales. Es inmoral en su efecto sobre el espectador.
  • El desnudo no puede ser de una importancia vital para la trama. El semidesnudo no debe traducirse en exhibiciones inconvenientes u obscenas.
  • Las telas transparentes o translúcidas y las siluetas son con frecuencia más sugestivas que un desnudo, por lo que deben evitarse. 
Vestuario (relacionado con la sexualidad)
  • El desnudo completo no se admite en ningún caso.
  • Los órganos genitales del hombre no se deben delatar bajo un ropaje de bolsas o de pliegues sugerentes. 
  • Los órganos genitales de la mujer no deben delatarse bajo un tul, ni en sombras ni como un surco. Toda alusión al sistema capilar como el vello de las axilas está prohibido.
  • Las escenas de quitarse las ropas deben evitarse a no ser que sean indispensables para la trama. Prohibido mostrar a las mujeres quitándose las medias. Nunca un hombre debe quitar las medias a una mujer. No mostrar a un hombre quitarse el pantalón.
  • Las exhibiciones (entre ellas del ombligo) están prohibidas.
  • Las ropas de baile que exhiban partes de forma indecorosa están prohíbidas.
Baile
  • Los bailes que sugieran o representen actos sexuales o pasionales indecentes están prohibidos. 
  • Todo menear de caderas y todo moviendo del bajo vientre deben ser vigilados. 
Decorados
  • El buen gusto y la delicadeza deben regir la utilización de los dormitorios. 
  • No dar importancia a la cama (preferible que las parejas casadas duerman en camas separadas. Si sólo hay una cama común, no mostrar a los conyuges a la vez en dicha cama).
Blasfemias
  • Las blasfemias intencionales y todo propósito irreverente están prohibidas. Los personajes de Cristo y la Virgen deben ser tratados con respeto (no son temas para una comedia).
Temas reprobables
Los temas siguientes deben ser tratados sin traspasar lo que sería el buen gusto:
  • El ahorcamiento o la electrocución como castigos legales del crimen.
  • El estrangulamiento.
  • La brutalidad y lo macabro.
  • La marca con fuego de animales y hombres.
  • La crueldad visible hacia animales o niños.
  • La venta de mujeres o una mujer prostituyendose.
  • Las operaciones quirúrgicas. Toda visión evidente de cirugia (bisturí, aguha hipodérmica) que penetra en la piel está prohibida.
  • Las heridas deben mostrar un mínimo estricto de sangre (preferible que no sea visible). Esto es aplicable incluso en las películas bélicas.
Algunas palabras prohibidas
  • Dios: Señor; Jesús; Cristo (empleado de forma irreverente), condenado, infierno (en función del contexto), ...
  • Insultos u ofensas: hijo de p..., jodido, caliente (para referirse a una mujer), puta, cornudo, ...
  • Chistes groseros.
Durante más de 30 años duró este sistema de regulación de contenido que propició (en parte) que algunas películas carecieran de sentido, aunque hizo que muchos cineastas utilizaran la estrategia del doble sentido (un caso lo tenemos en las comedias sofisticas de Cukor o Lubitsch) para sortear la censura, aunque eso fue una parte esencial dentro del cine hollywoodiense en diferentes géneros y directores que se la vieron y desearon contra la MPPDA. La cuestión era dictaminar la moral de las películas (lo cual no deja de ser algo más personal).

Cartel sobre el Código Hays

Durante los primeros años de vigencia, se observó el código con cierta permisividad y no fue hasta 1934 cuando se exigió acatar el código. Por eso actualmente se habla de las películas pre-code (anteriores a dicho año, teóricamente más laxas en cuestiones morales). 

¿Camas separadas?

Algunas de las películas que sortearon de algún modo la censura en estos años fueron "El Ángel Azul" con una sensual Marlene Dietrich, "Carita de ángel" con una jovencísima Barbara Stanwyck usando abiertamente sus encantos para ascender socialmente; o "El Signo de la Cruz" de DeMille centrada en la época del emperador Nerón, interpretado por Charles Laughton, mostrándose los excesos de forma manifiesta, entre ellos cristianas semidesnudas abocadas a la muerte o una espectacular Claudette Colbert bañandose en leche de burra (y mostrando sus formas femeninas). 


Varios films sufrirían a posteriori la censura como "Adiós a las Armas" con Gary Cooper (habiendo una versión sin censura y censurada) o los protagonizados por Joan Blondell o Jean Harlow, auténticos símbolos eróticos de la época.  Cabe decir que el cine europeo también se vio afectado a la hora de ser proyectados en suelo estadounidense, ya que que la mayoría de las películas del viejo continente eran de un estilo independiente que solían violar el estilo de Hollywood. 


Sería en los años 60 cuando la demanda de tramas más realistas y la evolución de la sociedad estadounidense dictaminó la desaparición del código Hays a finales de esta década, pasándose al actual sistema de clasificación por edades. No obstante, esta época nos dejó igualmente películas brillantes, unido al estrujamiento de guionistas y directores a la hora de mostrar las cosas de manera que no fueran censuradas.

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