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viernes, 3 de agosto de 2018

Los sucesos de Casas Viejas

Les habían dado la orden. En Enero de 1933 tuvieron lugar una serie de insurrecciones anarquistas promovidas por su sindicato, la CNT, que estaba poniendo en jaque a la débil II República y que estaba desestabilizando a un país donde habían serios problemas de orden público. Disfrazado por el anarquismo como "huelga general" los choques entre las fuerzas policiales y los insurrectos eran habituales muy especialmente en zonas como Cataluña, Valencia o Aragón, pero ninguna fue igual que aquellos sucesos, los cuales tendrían lugar en Casas Viejas, una población de unos 2.000 habitantes cercana a Medina Sidonia y que en la actualidad forma parte del municipio de Benalup-Casas Viejas.


Entre la noche del 10 de Enero y la madrugada del 11 de Enero, un grupo de anarquistas andaluces rodearon, armados hasta los dientes, el cuartel de la Guardia Civil de Casas Viejas donde tan solo se hallaban tres Guardias Civiles con su correspondiente Sargento. Se produjo un intercambio de disparos entre asaltantes y asaltados y el Sargento y un Guardia Civil resultaron gravemente heridos.  Un grupo de miembros de la benemérita acudieron al auxilio de sus compañeros, liberando a los que quedaban en el cuartel y ocuparon el pueblo. 


Temiendo las represalias, muchos vecinos huyeron y otros se encerraron en sus casas.  Y con razón porque los Guardias Civiles estaban tremendamente enfadados. Por la noche, llegó a Casas Viejas una unidad de Guardias de Asalto, que había recibido la orden del Gobierno de España para que acabaran con la insurrección, siendo liderados éstos por el Capitán Rojas. La idea era acabar con todo aquel que se les pusiera por delante

Jornaleros detenidos

Lo hicieron, sitiando la choza de paja y barro del militante anarquista del pueblo, Francisco Cruz Gutiérrez apodado "Seisdedos" para rociarla de gasolina y prenderle fuego. "Seisdedos" murió calcinado junto a otras personas que se hallaban en la casa. No acabo ahí la cosa. Hubo asesinatos a sangre fria en pago por el crimen cometido en el cuartel. De hecho, tiempo después, se supo que detuvieron a doce personas, condujendolas esposadas a la choza calcinada del tal "Seisdedos". Les mostraron el cadáver del Guardia de Asalto (muerto de unos disparos procedentes de dicha choza cuando le estaban prendiendo fuego). A continuación, el Capitán Rojas y los Guardias los ajusticiaron. Balance de muertos:  Diecinueve hombres, dos mujeres y un niño. Tres guardias Civiles corrieron la misma suerte. 


Conocidos los hechos en el resto de España, se produjo un gran escándalo no sólo periodístico, sino parlamentario que conmocionó a la sociedad. A la falta de orden con la que había nacido la II República, se unieron los sucesos de Casas Viejas, que se convirtieron en un problema político tremendo para el gobierno republicano-socialista presidido por Manuel Azaña. La petición de dimisiones se sucedieron a derecha y a izquierda y Azaña no tuvo más remedio que convocarlas. Cabe decir que dichos comicios (que ganó la CEDA, aunque hicieron todo lo posible para que no gobernara y lo consiguieron) fueron los primeros en el que votaron las mujeres.

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