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domingo, 22 de julio de 2018

La Príncesa de la Nouvelle Vague

Vino al mundo bajo el nombre el Hanne Karin Blarke Bayer, naciendo en la fría Dinamarca. Nadie se podía pensar que aquella niña risueña se convertiría en una de las más importantes actrices... en Francia, siendo una de las grandes de una corriente cinematográfica, que lo cambio todo, la Nouvelle Vagué. Ya entonces respondía al nombre por el que la conocemos: Anna Karina. 


Su infancia no fue nada fácil: su padre era un capitán de barco que abandonó a su madre al poco tiempo de nacer la pequeña y vivió hasta los cuatro años junto a sus abuelos, viviendo poco después en diversas casas de acogida. Cuando vivía con su madre, intentó fugarse varias veces. Sus primeros trabajos fueron como secretaria, aunque lo que quería era vivir de su imagen y por eso trabajo en cabarets, comenzando su carrera como modelo en su propio país hasta que recaló en el país de sus sueños: Francia. 

Godard y Anna Karina

Si a alguien permaneció ligada en aquellos primeros años en el cine (incluso cuando era menor de edad y era una simple modelo que quería hacer carrera en Francia) fue a Jean-Luc Godard, que sería su primer marido. Para recordar magníficas obras no sólo del director, sino de una gran Anna Karina, cuyas intrepretaciones traspasaban literalmente la pantalla. Películas como Vivir su Vida" (maravillosa Anna Karina), "Banda aparte", "Pierrot el loco" y "Lemmy contra Alphaville" forman parte de la colaboración del matrimonio, que, tras su separación en 1967, dejó de rodar juntos. 


"Vivir su Vida"

Su fama ya era demasiado grande y su carrera más allá de Godard fue igualmente brillante. La actriz danesa (que acabó nacionalizandose francesa) era una grande de la Nouvelle Vague y del cine galo con obras como "Suzanne Simonin", dirigida por Jacques Rivette, y que fue Palma de Oro del Festival de Cannes o "La Relgiosa de Diderot", la cual es considerada por muchos como la mejor actuación de su carrera. Incluso su trabajo fuera de Francia con cineastas del calibre de Visconti, Cukor, o Bergman. 


Su Amor al cine fue más allá y fundó una productora en los 70 e incluso se animó en la dirección de películas (aunque sin mucho éxito), mientras también tenía una pequeña carrera como cantante, que no fue tan importante como la de actriz. 


¿Qué decir ante Anna Karina? Estamos ante una de las más importantes actrices de la historia del cine en Europa y a la que particularmente cada vez que la veo me pongo a su pies. La Nouvelle Vague y el cine europeo de los años 60 en adelante sería imposible de entender sin aquella muchachita danesa que cautivo el corazón de todo un país, el mio y el de muchos amantes del cine en todo el mundo. 

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