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domingo, 28 de enero de 2018

El hombre que amaba a las mujeres

Ejemplo de vida disoluta, Giacomo Casanova es el ejemplo perfecto de Don Juan en la vida real, un hombre que encandilaba a las mujeres, pero que más allá de eso (teniendo en cuenta que por tal cosa es reconocido por muchos), fue un notable viajero, con multitud de contactos y en algunos casos por lo visto como espía (para los inquisidores venecianos). 


Arquetipo de libertino, se dice que se tuvo hasta 122 conquistas amorosas, pero lo cierto es que se calculan que fueron muchas más las mujeres a las que sedujó. Pendenciero y jugador, eso le trajó más de un problema dado la prohibición del juego en donde viajaba. Su vida, no obstante, es un misterio. Sólo nos ha llegado lo que otros dicen de él o lo que el mismo contó en sus memorías, las cuales escribió en francés ("He escrito en francés, y no en italiano porque la lengua francesa está más extendida que la mía").  


Viajo por multitud de sitios de la vieja Europa, desde España, siguiendo por Inglaterra, Francia o Rusía, destacando, según sus contemporáneos por una forma cortes de moverse. Las mujeres podían ser más o menos famosas (¿Acaso fue amante de Madame Pompadour cuando él era favorito de Luis XV?), casadas e incluso una prostituta, incluso a edades tardías como los 60 años cuando empezó a escribir sus famosas memorias ¿Cuál fue el secreto de este hombre?


Al parecer, según cuentan sus coetaneos, Casanova tenía el raro don (para un hombre de la época, claro) de dirigirse a ellas como si fueran sus iguales (recordemos el papel histórico de una mujer). En una época en que los hombres estaban por encima de ellas en muchos aspectos, incluso a la hora de tratarlas,el veneciano sabía cómo hablarlas prestandose al placer de la mujer, relegando a un segundo plano el egoísmo y a veces la desgana de muchos hombres a la hora de tratarlas. Ese fue Giacomo Casanova, el hombre que sabía como tratar a las mujeres.

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