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jueves, 23 de noviembre de 2017

Violencia

Las conversaciones de Wathsapp desveladas estos días donde un grupo de policias locales escribían insultos o amenazas a inmigrantes o a la propia Alcaldesa de Madrid (entre otros), así como loas a Hitler son de las cosas más asquerosas que se pueden hechar uno a la cara. No me vale que sean mensajes "privados", puesto que si ya es malo y delictivo que un ciudadano cualquiera profiera amenazas o insultos a una persona viva o recien fallecida, lo es aún más si dicho ciudadano se supone que tiene que hacer cumplir la Ley, ya desde un puesto de servidor público (a quien el sueldo se lo pagan el común de los mortales) o bien como representante de los ciudadanos en un Parlamento. Espero que los sancionen y los echen de cuerpo; gentuza como esa NO puede estar patrullando las calles.
La violencia a la que se ha llegado es netamente insoportable y sería necesario que se vuelva a una educación basada en valores tan inmortales y que no entienden de ideologías como el respeto hacía el otro, así como la denuncia a aquellos que consideran que es licito amenazar o el insultar, ya sea desde un canal teoríamente privado como Wathsapp o un canal público como puede ser una red social. Desde determinados partidos no ha habido condena clara con respeto a insultos o amenazas en redes sociales e incluso algunos de sus representantes ven lícito el celebrar la muerte de una persona porque no coincide con mi ideología o amenazar o insultar a una persona porque eso (para ellos) es libertad de expresión (ya saben: ahora todo es humor negro), algo que no es tal ya que la Libertad de expresión bien entendida no tolera el hecho de que una persona pueda ser ofendida o maltratada por cuestiones ideologicas, de género, de culto, de raza u orientación sexual. No todo vale.
Condeno expresamente las barbaridades de algunos miembros de la policia local de Madrid (que creo que son una minoría, pero que deberan ser juzgados), pero también me gustaría que todos y cada uno de los representantes políticos que se hallan en nuestras Instituciones condenen la violencia y que dicha condena no dependa de a quien va dirigida y quien la profiere. Ya nos conocemos todos para saber que algunos condenan la violencia en función de quien la ejerce y contra quien la ejerce. No obstante, me gustaría que se tuviera en cuenta porque muchos españoles condenamos todo tipo de violencia.

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