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viernes, 18 de agosto de 2017

Dolor... mucho dolor

Dolor... mucho dolor siento ante lo perpetrado ayer por unos miserables que son enemigos de la raza humana por el simple y terrible hecho de que desprecian no sólo la vida de los demás, sino la suya propia. Horrible angustia ver como esos individuos cometían la barbarie; horrible daño el que han hecho a tantas personas. No tengo palabras para explicar lo que siento: dolor, consternación, rabia, ... ¡No puedo soportarlo!


Ahora mismo las preocupaciones del día a día, las diferencias con el político o la persona de turno quedan en último plano porque nuestros hermanos, da igual que fueran catalanes, del resto de España o de otro país, han padecido (y están padeciendo) las consecuencias de la maldad en el mundo. No hay que resaltar lo que nos separa, sino lo que nos une y ahora mismo, Cataluña, la siempre diversa y abierta Cataluña, esa querida y amada parte de nuestra plural España, está en el corazón de cada uno de nosotros. La bandera siempre tiene que ser una: La lucha contra el terrorismo y aquellos fanáticos que no conseguiran doblegarnos. Siempre nos tendrán enfrente.
PD: Mis condolencias a los familiares de los asesinados, así como mi deseo de una pronta recuperación de los heridos. ¡Estamos con ustedes!

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