Los acólitos del gran dictador

¿Se acuerdan cuando ese aprendiz de gorila que lamentablemente tienen de Presidente de Venezuela dijo aquello de "lo que no ganemos con los votos, lo ganaremos con las armas"? Pues eso. Ayer demostró con creces en que él ha convertido Venezuela; sucesor de un golpista, cuyos seguidores de dentro y de fuera lo avalan y es que lo peor no es loco, sino los que siguen al loco. Comprobemos lo que pasó en Venezuela, lo que ha pasado a lo largo de la historia con Democracias que cayerron como la República de Weimar alemana pre-nazis y veremos que efectivamente los tiranos alcanzan el poder no tanto porque sean grandes lideres, sino por un pueblo que no hace nada o, aún peor, está dispuesto a insultar, amenazar o matar con tal de que su jefe supremo alance o mantenga el poder. 

Lo lamentable es que en España algunos individuos anónimos, mediante cuenta de Twitter sin foto de sus caras para preservar su anonimato (destacan por su valentía), se dedican a insultar,a  mentir y a vilipendiar a todos aquellos que decimos que efectivamente Venezuela se ha convertido en una dictadura de facto y que la comunidad internacional no puede estar impasible frente al horror. Siempre es lo mismo: te sacan supuestas noticias de desmanes de la oposición (algunas evidentemente falseados y siempre desde la misma fuente: Ignacio PreEscolar "el chico", Público, ...), que en España hay mucha gente que sufre y no nos debería importar lo que pase en Venezuela, que en otros países también se mata a gente, que Venezuela antes de Chavez estaba peor y un sinfín de razones para no condenar cosas como el asalto a un Parlamento democráticamente elegido. Ahora los del tipo de la coleta en boca de su lugarteniente y novia Irene Montero (lo siento por el becado Errejón) dicen que condenan "todas las violencias". Todo para no condenar lo que ha pasado.Ya lo dije: lo peor no es el tirano, sino los que le siguen. Yo condenó todas las dictaduras, sean de derechas o de izquierdas, así como un asalto violento a un Parlamento democráticamente elegido. Ellos no y me parece que nunca lo harán. Son unos totalitarios que desprecian las opiniones de quienen no piensan como ellos. ¡Miserables!