¡Quiero oirles!

Los que se alegraban de la anulación de la denominada doctrina Parot estaran contentos o les importara más bien poco que un violador beneficiario de dicha derogación haya vuelto a actuar. Entre ellos podríamos contar a los miembros del "honorable" Tribunal de los derechos humanos que consideran que es más importante poner en libertad a unos miserables asesinos y violadores antes que proteger a la gente honrada a la que ellos persiguen. ¡Gentuza! 

Quiero oir a esos miserables del mencionado Tribunal y a los otros, payasos de feria, extremistas que no sólo se alegran de que anulen la doctrina Parot, sino que se oponen a la cadena revisable. Quiero oirles como le explican a la victima de una violación o a la familia de un asesinado que los seres indecentes que perpetraron tal crimen tienen los mismos derechos a ser libres que ellos. ¿Los favorables a la derogación de dicha doctrina se hubieran quedado callados si las victimas de violación o los asesinados por miembros de ETA fueran hijos y familiares?