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miércoles, 26 de abril de 2017

Nazis por aquí, comunistas por allá ¡La guerra va a comenzar!

A veces los extremos se tocan (demasiado diría yo). En unos años 30 donde el mundo parecía estar dividido entre el nazismo y fascismo por un lado y comunistas por otro, un pacto entre dos regímenes aparentemente antagonicos tenía lugar. Los estudiosos dicen que el 1 de Septiembre comenzó la Segunda Guerra Mundial (con la invasión de Polonia por parte de la Alemania nazi), pero fue un 23 de Agosto de 1939 cuando tuvo realmente su inicio. Ese día de ese mes de aquel año se firmó en Moscú un pacto siniestro. Oficialmente se conoció como Tratado de no Agresión entre Alemania y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, aunque comunmente para la historia se denomina Pacto Ribbentrop-Mólotov, ya que fue firmado por los Ministros de Asuntos Exteriores de la Alemania nazi y la Unión Soviética, Joachim von Ribbentrop y Viacheslav Mólotov respectivamente. 


El pacto como indica su nombre implicaba la no agresión entre los dos países (algo absurdo ya que Hitler había manifestado su deseo de invadir la URSS), pero lo escondido, lo que aparentemente no se veía, es que dicho tratado implicaba el reparto de Europa por el oeste (Alemania nazi) y el este (Unión Soviética). Así los comunistas mantenían su política de expansionismo que implicaba la invasión de las repúblicas del este, así como los nazis podían dar rienda suelta al terror.

Hitler y Stalin saludandose; Polonia asesinada

La invasión de Polonia fue algo esperado, pero es que desde las Democracias europeas se habían hecho oidos sordos desde hacía mucho tiempo a las amenazas expansionistas (algunos dirían imperialistas) de Hitler y Stalin. Los comunistas nunca rechazaron la invasión de Polonia, al igual que los nazis no condenaron la entrada en tropel de los comunistas en Finlandia.


Los extremos se tocaron, pero también era cuestión de tiempo que alguno traicionara al otro y esos serían los nazis, los cuales, tras ciertas actividades hostiles, pero inofensivas (presencia de tropas nazis en países ocupados por los comunistas), iniciaron la llamada operaciòn Barbarroja o, lo que es lo mismo, la invasión de la URSS. De esta forma, Stalin decidiria pactar con las Democracias europeas y desde éstas se dijo (con propaganda radiada e impresa) que era necesaria la colaboración con un ser tan miserable como Stalin para acabar con otro ser tan despreciable como Hitler. La victoria contra los nazis, fomentó que la URSS sacara buena tajada de eso, ocupando países como Polonia o Hungria, masacrando a gran parte de su población. ¡Lamentable!

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