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lunes, 10 de abril de 2017

La terrible condena de apellidarse Karamazov

"Pienso que si el diablo no existe y en consecuencia el hombre lo creó, lo hizo a su imagen y semejanza"
Iván Fiódorovich Karamázov

La última novela de Fiódor Dostoyevski estaba destinada a ser una de las más importantes de la literatura universal... y así lo es. Triste vida la de los Karamazov con un padre medio borracho y libertino, el cual nunca ha tenido interés en ejercer su función como progenitor y será a partir del asesinato de dicho individuo como se nos ofrecerá por parte del autor un relato pormenorizado de como se llegó a lo que parece ser un parricidio.


Porque efectivamente, Dostoyevski nos presenta la posibilidad de que uno de los hermanos sea el asesino de su padre. Todas las culpas recaerán en un Dimitri (también llamado Mitia), el cual si algo ha heredado de su padre es su carácter hedonista y despilfarrador. Los otros dos hermanos (hijos del segundo matrimonio) son Iván (también llamado Vania), un tipo fuertemente racional y ateísta, y Alekséi (también llamado Aliosha), el cual es todo lo contrario a Iván: un tipo fervorosamente creyente, novicio en el monasterio local, el cual parece querer hallar la necesaria redención de su familia ante la cantidad de pecados y defectos heredados del padre.

Fiódor Dostoyevski

Dos datos: Durante la elaboración de la novela, el hijo de Fiódor Dostoyevski, cuyo nombre era Alekséy (Aliosha), algo terrible no sólo por la muerte del niño (ya de por si dolorosa), sino porque falleció debido a una epilepsia heredada del padre. Eso y el hecho de que conociera a un condenado a trabajos forzados por haber sido injustamente condenado por parricidio (se demostró que había sido otro), influyó mucho en una obra ya de por si en una obra de marcado contenido filosófico donde la redención es imposible en una familia marcada por la deshonra de tener un padre libertino y pendenciero a lo que se une el parricidio.


Dostoyevski era fiel seguidor del filósofo y pensador ruso Nikolái Fiódorov, el cual creía que la redención de la hombres se hallaría en la Tierra cuando los hijos paliaran los pecados de los padres, logrando la unión de toda la raza humana.


Los hermanos no lo consiguieron y fueron condenados por ello, aunque uno solo fue juzgado, ya que de una forma o de otra fueron complices del parricidio, representando para el inmortal Fiódor la desunión de la humanidad... y es que no hay peor condena que apellidarse Karamazov. 

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