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miércoles, 19 de abril de 2017

El Madrid de los Yé-yé

Nuevos vientos llegaban al fútbol español. Los equipos no tuvieron más opción que fichar a jugadores nacionales u oriundos (véase Caso de los oriundos) debido a la prohibición expresa de fichar jugadores extranjeros dado el desastre de la Selección Nacional en los últimos años. Muchos equipos tuvieron que adaptarse no sólo fichando, sino subiendo a futbolistas de los filiales o equipos nodrizas, algunos de los cuales se convertirían en grandes del fútbol nacional e internacional. El equipo que mejor supo adaptarse fue el Real Madrid.


Todo el mundo suponía (no sin cierta razón) que habría una especie de trauma debido a la salida de Di Stéfano del conjunto blanco (sobran argumentos), pero la verdad es que desde antes el equipo madridista había fichado jugadores y ascendido a otros del Plus Ultra (su equipo nodriza), los cuales desde la juventud e inexperiencia, pero desde la calidad, le dieron nuevos bríos al club.Entre esos nombres estaban Amancio, Félix Ruiz, Araquistáin y Pachín. Después llegarian De Felipe, Betancort, Sanchis, "Pirri" Lolo Velázquez, Serena, Grosso (que vino de una cesión al Atlético de Madrid),... grandes que en la primera temporada sin la Saeta Rubia consiguieron la Liga que era la quinta consecutiva. 


El año siguiente no estuvieron tan finos (aunque quedaron segundos a tan solo un punto del Atlético de Madrid, campeón esa temporada) y se habló de falta de experiencia para solventar los partidos, pero ¿Y la Copa de Europa? El equipo blanco reverdeceria viejos laureles y volvería a conseguir el ansiado campeonato. Gento (el gran Gento) era el único de la plantilla que había ganado las cinco Copas de Europa consecutivas.
El torneo comenzó con una derrota por la mínima ante el Feyenoord en Holanda, pero en la vuelta en Madrid no sólo se remontó (5-0), sino que fue testigo de la última exhibición europea de Panchito Puskas. Hasta cuatro goles metió un jugador formidable que no sólo tenía potencia en su pierna, sino una habilidad pasmosa (mi padre lo vio jugar).


En Octavos se jugó ante el Kilmarnock escoces, empatando como visitante (2-2) con goles de "Pirri" y Amancio y un 5-1 en el Bernabéu, donde se vivió una noche gloriosa, como las de antaño, con un Gento magistral (como siempre).

Un genio apellidado Velázquez

Contra el Anderletch se perdió 1-0 en Bélgica, pero se volvió a remontar con más dificultad (4-2). En las Semifinales tocó el Inter de Milán, el cual ya le había ganado una final de Copa de Europa al equipo blanco (curiosamente el último partido de Di Stéfano) por lo que desde la prensa se hablaba de revancha.
Los italianos, dirigidos por Helenio Herrera, ni se acercaron a la meta de Betancort que al inicio se lesionó por lo que, al no haber cambios en aquella época, tuvo que estar todo el rato en el campo, a pesar del dolor. Los madridistas sólo ganaron 1-0 con gol de "Pirri" (tras una serie de rebotes), aunque mereció muchisimo más Todo se decidiría en Milán.


El equipo blanco consiguió sortear la violencia interista y se adelantó con gol de Amancio anotó el primero y a falta de doce para el final, Facchetti hizo el empate. Infinidad de balones despejados por la zaga blanca y tras mucho sufrimiento, el club madridista pasaba a la final donde se la verían con un Partizan de Belgrado que representaba lo mejor de la escuela yugoslava, pero antes...
Ya en aquella temporada para definir al equipo blanco se hablaba del Madrid Yé-yé en base a una generación no ya de futbolistas, sino de gente joven que se había criado en torno a una canción She Loves You de los Beatles, cuyo coro gritaba yé-yé. Así todo el mundo quería ser ye-yé, apostando por un mundo lleno de vida y alejado de épocas grises anteriores, e incluso Conchita Velasco se hizo muy famosa gracias a la canción "La Chica Yé-Yé", aparecida en la película "Historias de la Televisión".


Con la Beatlemania, los jugadores se subieron al carro y posaron con la foto que ilustra este post en la que se les ve con pelucas al estilo Beatles (hay que recordar que a los miembros de este legendario grupo se les calificaba como "melenudos"). En un reportaje de "El Alcazar" en el que se les llamaba el Madrid Yé-Yé, los futbolistas que posaron con peluca son Betancort, De Felipe, Velázquez, Pirri, Grosso y Sanchis. Parece ser que al club no le hizo mucha gracia este reportaje y se comentaba que a Bernabéu le daba vergüenza. Al final salió y se quedó como la foto de una generación.

Gento y los "melenudos"

En la final se adelantaron los yugoslavos con un gol en un córner de Vasović, que hacía temer lo peor a los madridistas y que el Partizan ganase la competición. No contaban con Amancio, el gallego brujo, que tras un pase largo, hechizó a media defensa, yéndose para un lado, yéndose para otro, y colándola por donde sólo la cuelan los genios. Empate a uno que se desniveló cuando tras un rechace, Serena le pegó con toda el Alma para desnivelar el marcador a favor de los blancos. Finalmente ganarían la Copa de Europa.


La explosión de jubilo fue enorme. Once españoles habían ganado la Copa de Europa y su capitán, Gento (siempre Gento) recogía una Copa que lo coronaba como el futbolista que más veces la había ganado. Esta fue la Copa de una generación, la de los Yé-yé.

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