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viernes, 24 de marzo de 2017

¡Vergonzoso!

A algunos les llama (nos llama) la atención, pero lo cierto es que la violencia en el fútbol amateur o infantil es habitual y es que muchos individuos canalizan su agresividad utilizando algo tan noble como un deporte, en este caso el deporte del balón redondo.


Sobre los motivos no sé cuáles pueden ser: unos dicen que quieren que sus hijos sean Ronaldos o Messis y que por sus hijos literalmente matan, otros que se debe a la frustración propia de un fracasado que saca sus energías aprovechando un partido de fútbol, ... ¡Me da igual! Esos señores no sólo deben estar fuera de los campos de fútbol, sino (¡Lo más importante!) no son aptos para educar a ningún niño porque sólo con el ejemplo que dieron en aquel partido de infantiles en Mallorca, pegándose mutuamente, demuestran la falta de valores (de respeto, tolerancia, capacidad de sacrificio y superación, ...) que reina (no se si en muchos o pocos, pero si en algunos) en los hogares españoles.
Todos los aficionados al fútbol, incluido algunos clubes de fútbol (que en épocas no tan lejanas han hecho la vista gorda) deberiamos desterrar a unos individuos que no ensucian el deporte (como se dice habitualmente; el deporte es algo limpio puro ¡la sana competitividad!), pero si consiguen que se hablen de ellos con sus salvajadas, propias de bestias que de seres humanos.

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