Páginas

martes, 21 de febrero de 2017

El misterioso vuelo de Rudolf Hess

Ya había comenzado la Segunda Guerra Mundial cuando tuvo lugar uno de los vuelos más extraños de la historia. Desde Berlín partía un vuelo hacía una misión desconocida. En los momentos en los que la Alemania nazi preparaba el asalta a la URSS en la que sería conocida como Operación Barbarroja, un bimotor Bf 110 logró burlar la vigilancia de la RAF tenía como destino Escocia. Ese avión sólo tenía un tripulante que no era otro que Rudolf Hess, Secretario Político de Hitler. 


Hess, ya había sido el hombre de confianza de Hitler en aquellos años 20, ayudandole a redactar el Mein Kampf en la cárcel y siendo participe del ascenso del partido nacionalsocialista obrero alemán (conocido por todos como el partido nazi), estableciendo un postulado ideológico profundamente xenófobo y racista (especialmente con los judíos), antidemocrático y violento. Hess, siempre a la sombra de Hitler, estaba destinado a ser su sucesor una vez faltara el Führer. 


Ese vuelo del 10 de Mayo de 1941 tuvo un problema y es que el aeroplano comenzó a fallar por lo que Hess tuvo que lanzarse en paracaídas sobre unas Islas Británicas en alerta permanente ante la posible llegada de enemigos. Así fue hecho prisionero. 


Al ser interrogado, Hess dijo que traía un mensaje del Führer para llegar a un acuerdo de paz con los británicos, algo fue desmentido al momento por Alemania. Inmediatamente fue hecho prisionero y recluido en la Torre de Londres hasta el final de la guerra. Siempre alegó que había viajado para ofrecer la Paz a los Británicos.

Restos de la avioneta de Hess

Posteriormente fue condenado en los famosos juicios de Núremberg a cadena perpetua y recluido en la prisión de Spandau (Berlín) hasta su muerte en 1987. El motivo de su viaje sigue siendo un misterio no resuelto. Sin embargo, hay teorías de todo tipo: unos creen que traicionó a Hitler porque estaba seguro de que iban a perder la guerra (en aquellos años todo el mundo veía imposible la derrota nazi); otros, que su misión secreta era en realidad contactar con altos dignatarios británicos pronazis, como el Duque de Hamilton, para derrocar a Winston Churchill y pactar con el Reich. Por otro lado, hay unos pocos que sostienen sostienen que fue el acto de un simple desequilibrado.


Lo cierto es que en 1987 Hess fallecía y aunque oficialmente se dijo que su muerte había sido natural, una autopsia encargada por la familia determinó que había sido por axfisia, por lo que se habló de que había sido un asesinato para que no hablara, algo poco plausible, ya que padecía demencia senil desde hace algunos años y tenía la friolera cifra de ¡93 años! Lo cierto es que Rudolf Hess, el destinado a ser el sucesor de Hitler, se llevó el secreto de su misterioso viaje a la tumba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario