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martes, 31 de enero de 2017

El vino que conquistó a los ingleses

"Ya has tomado mucho canaries, un vino absolutamente penetrante"
William Shakespeare

Del vino de malvasía (cuyo origen puede datar incluso del Siglo XII o anteriores) ya se decía que tenía propiedades medicinales. A comienzos del siglo XVI, la uva malvasía fue introducida en el norte de Tenerife y en La Palma, pasando a islas como Lanzarote para ocupar el territorio que había dejado el cultivo de la caña de azúcar, siendo desde esas zonas donde el vino de malvasía se exportaba al continente europeo, siendo Inglaterra su principal proveedor. Desde allí pasaría posteriormente a sus colonias. 


El malvasía canario tuvo gran reconocimiento, siendo el preferido de los aristócratas, escritores y comerciantes. En 1570, Londres importaba unos 20 millones de litros de vino malvasía cada año, una brutalidad para la época. Escritores como el mencionado Shakespeare o Lord Byron lo mencionan en sus obras y no es de extrañar que fueran habituales a tomar una copa de malvasía canario. Incluso la "leyenda" del vino canario iba más allá. Giacomo Casanova (el galán por excelencia) decía que utilizaba el malvasía para seducir a las mujeres. 
El liderazgo del vino canario pereció por sus grandisimos beneficios comerciales. Las autoridades diplomáticas del Reino Unido en Canarias cobraban un arancel a los importadores, los cuales eran británicos, que a su vez exportaban a sus colonias de ultramar.
Las nuevas actas de navegación británicas (del año 1660) obligaban a mandar desde las Islas Canarias el vino a Londres para ser reexportado a las colonias, generando un gran coste debido a la subida del precio del transporte por lo que el vino de la isla de Madeira, que no era tan bueno, pero su coste era menor, le tomó la delantera a los vinos canarios. Lo que es seguro es que el vino de malvasía hizo una cosa que ni lo más grandes ejércitos pudieron: conquistar a los ingleses.

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